Adepto de la experimentación, el cineasta Steven Soderbergh presentó en la Berlinale su película Unsane, filmada con un iPhone, mostrándose dispuesto a abrir un nuevo capítulo en su carrera y demostrar que los celulares pueden tener su lugar en el séptimo arte.
“Es una época fascinante para hacer películas. Ya me hubiese gustado contar con un objeto así cuando tenía 15 años”, afirmó.
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Steven Soderbergh es el primero que se muestra convencido y dispuesto a repetir la experiencia: la semana próxima empezará un nuevo rodaje con las mismas condiciones.
Entre sus ventajas, el cineasta citó un rodaje más corto (dos semanas), un equipo más reducido y menos tiempo también entre los ensayos y la filmación.
También destacó varios puntos negativos, como las vibraciones a las que es sensible el celular y la profundidad de campo, que debe ser trabajada después.
Unsane, presentada fuera de competición en el Festival de Berlín, cuenta la historia de Sawyer Valentini, interpretada por Claire Foy, la reina Isabel en la serie The Crown.
Recientemente instalada en Pensilvania, la joven, que vive sola, es encerrada en un psiquiátrico. Allí se cruza con un hombre al que acusa de perseguirla desde hace varios años. ¿Es solo producto de su imaginación (como sugiere el título de la película) o es cierto?
El thriller es angustiante de principio a fin, con una luz interior que acentúa el aspecto sórdido de la institución psiquiátrica. Es difícil percatarse a simple vista de que el filme ha sido rodado con un teléfono.
Este retrato de una mujer supuestamente acosada refleja además el debate de actualidad sobre el consentimiento en las relaciones sexuales entre hombres y mujeres, desatado desde el escándalo Weinstein en Hollywood.
El filme es a la vez una crítica acérrima de la psiquiatría y del negocio de los seguros médicos en Estados Unidos, un tema ya abordado en Efectos secundarios por Soderbergh en 2013, antes de anunciar que se retiraba del cine.
El director cambió desde entonces de opinión y se consagró sobre todo a las series: The Knick, sobre los inicios de la cirugía, con Clive Owen, y Mosaic, con Sharon Stone. “Volví a apreciar la dirección cinematográfica gracias a The Knick. Había confundido mi frustración hacia la industria del cine con mi trabajo de cineasta”, dijo este ganador a los 26 años de la Palma de Oro del Festival de Cannes por Sexo, mentiras y cintas de video (1989).
