Desde lo alto de sus 2.4 metros de piedra, el moái Hoa Hakananai’a recibe impertérrito a los visitantes del British Museum de Londres. Pero los rapanuis de la Isla de Pascua quieren que su “ancestro” regrese al hogar de donde fue sacado en 1868.
“Dennos la oportunidad de tenerlo”, pidió muy emocionada a los responsables del museo la gobernadora de esa isla polinesia, Tarita Alarcón Rapu, que viajó a Londres como parte de una delegación rapanui acompañada por el ministro chileno de Bienes Nacionales, Felipe Ward.
El espíritu de un pueblo
Para los pobladores de la isla, bajo soberanía de Chile, fue un momento de gran emoción encontrarse con la figura, esculpida en un bloque de basalto de 4 toneladas, uno de los moáis de mayor valor porque encierra, afirman, el espíritu de su pueblo.
“Mi abuela, que murió con casi 90 años, nunca tuvo la oportunidad de ver a su ancestro. Yo tengo casi medio siglo de vida y esta es la primera vez”, afirmó la gobernadora. “Yo creo que mis hijos y los hijos de ellos también merecen esa oportunidad de poder sentirlo, verlo y aprender también de él”, agregó.
“Vinimos hasta aquí, pero solo somos un cuerpo, ustedes, pueblo inglés, tienen nuestra alma”, dijo mientras las lágrimas le corrían por la mejillas.
El moái Hoa Hakananai’a, al que los indígenas consideran como “el apaciguador” que llevó la paz a la isla atajando las guerras entre clanes, fue sacado por los ingleses sin autorización en 1868 de Orongo, una aldea ceremonial de la isla, aprovechando la fragilidad de una población entonces diezmada a un centenar de personas.
Fue transportado por el buque Topaze a cargo del comandante Richard Powell, quien lo regaló a la reina Victoria de Inglaterra.
La historia cuenta que la monarca no se sentía cómoda con esta figura masculina semidesnuda y la entregó inmediatamente al museo.
Ahora, en la entrada de una galería temática dedicada a la interpretación de la vida y la muerte, es una de las piezas más apreciadas y fotografiadas por los seis millones de personas que cada año visitan esta institución que encierra tesoros culturales de todo el planeta.
Propuesta
Para intentar convencer a sus responsables de que lo devuelvan, Chile propuso reemplazarlo por una réplica “exacta” hecha por los artesanos rapanui. “No sería una copia“, defendió Ward ante la prensa. “Si se hace un moái en Rapa Nui por el pueblo rapanui es un nuevo moái auténtico”, subrayó.
Está por ver si la solución seduce a los responsables del museo, que de momento solo mencionaron la posibilidad imprecisa de un préstamo: “el encuentro permitió entender mejor el significado del Hoa Hakananani’a par el pueblo rapanui actual (...) el museo está abierto a colaborar con socios y comunidades en todo el mundo y agradece las discusiones sobre un futuro proyecto conjunto con Rapa Nui”, afirmó una portavoz.
“Esta es la primera de muchas entrevistas”, afirmó. “La segunda tenga lugar en la isla de Rapa Nui”, situada a 3,700 km al oeste del Chile continental, adonde invitaron a los responsables del museo e incluso a la reina Isabel II de Inglaterra.

