El año pasado no solo implicó un récord en la ola migratoria al reportarse la entrada de unas 250 mil personas por Darién, sino que además significó para el Ministerio Público un notable incremento en las investigaciones por tráfico de personas.
De 11 procesos en 2021 se pasó a 83 en 2022, según informó el fiscal especializado contra la delincuencia organizada, Emeldo Márquez. Entre los operativos más importantes figuran Crespúsculo, Matrioska y Firmeza, que dejaron decenas de detenidos. Las penas por este tipo de delitos, contempladas en capítulo V del Código Penal, van de 8 a 30 años, en casos graves.
Según el Ministerio Público no solo se dan casos en la frontera Colombia, sino con la de Costa Rica con ciudadanos nicaragüenses. Las autoridades han advertido que los criminales cobran a los migrantes hasta $2 mil por el tránsito por Panamá. El ministro de seguridad, Juan Pino, reveló recientemente que el cartel del Clan del Golfo tiene el control de las rutas de tráfico de migrantes del lado colombiano.
Redes criminales, al acecho de migrantes
Tres grandes operaciones realizadas por la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada realizadas en el 2022 dejaron al descubierto que el creciente flujo de migrantes a través de la selva del Darién está siendo aprovechado por bandas criminales para obtener beneficios económicos con la quimera del sueño americano.
Emeldo Márquez, fiscal especializado contra la delincuencia organizada, reveló que su despacho en el año 2022 atendió un total de 83 casos de tráfico de migrantes, en su mayoría relacionado con el flujo migratorio que se registra en la provincia del Darién y algunos casos registrados en la frontera con Costa Rica.
Márquez detalló que entre las diligencias del Ministerio Público (MP) se encuentran la operación Crepúsculo efectuada en colaboración con autoridades costarricenses en la que se desmanteló una red que operaba desde el Darién hasta la frontera con Costa Rica para enviar los migrantes a Estados Unidos. Aquí se detuvieron a 45 personas, a quienes se les imputó por el delito de trata de personas.
Otra de las acciones relevantes fue la operación Matrioska, ejecutada en diciembre pasado, en la que se ubica una segunda red de tráfico de migrantes, también por Darién. Hay ocho detenidos.
Mientras que en la operación Firmeza se detuvo a otras 15 personas, este grupo también tenía conexiones en Costa Rica. Según las investigaciones estos grupos criminales reciben información sobre la llegada de grupos de migrantes trasladados desde Colombia y que están dispuestos pagar por su transporte hasta la frontera con Costa Rica.
La operación de estas redes implica una amplia logística que debe suministrar transporte terrestre, un sitio de hospedaje provisional y una ruta en la que exista poca vigilancia policial.
Los criminales cobran a los migrantes hasta $2 mil por el tránsito por Panamá. En ocasiones los migrantes son retenidos hasta que logren cancelar la deuda contraída para hacer el recorrido.
El MP también ha detectado el tráfico de migrantes procedentes de Nicaragua, que son introducidos al país en busca de oportunidades de trabajo.
En el 2021 las autoridades investigaron un total de 11 casos de tráfico de migrantes en los que se logró la aprehensión de 25 personas. En una de las operaciones se logró ubicar un grupo de seis migrantes que eran trasladados por tierra hacia la frontera con Costa Rica.
También reveló que se han dado 21 casos de trata de personas para explotación sexual y laboral aprovechándose de la vulnerabilidad de las víctimas que usualmente son personas con un estatus migratorio irregular en el país.
El ministro de seguridad, Juan Pino, reveló recientemente que el cartel del Clan del Golfo tiene el control de las rutas de tráfico de migrantes del lado colombiano. El Clan de Golfo ha sido considerado por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) como el responsable de la mayor parte de la droga que llega a ese país.
El cártel del Golfo ha perdido fuerza en los últimos años aunque mantiene presencia en la frontera, así como en centros de distribución clave en Houston, Detroit y Atlanta, según la DEA.
Pino confirmó los resultados de una investigación hecha por la Fundación Ideas para la Paz (Fip) que detalló la existencia de una red de colaboradores que operan a lo largo de las rutas para cruzar la selva darienita.
El informe de la fundación precisa que tanto las redes nacionales e internacionales de tráfico, así como los migrantes que llegan solos deben interactuar de alguna manera con el Clan del Golfo para que les permita y les facilite el paso.
“El Clan del Golfo se integra de forma puntual y concentrada geográficamente en el Urabá y el Darién a las rutas transnacionales de tráfico y tránsito, dado su control territorial y social”, añade el estudio.
En el 2022 unos 250 mil migrantes atravesaron la selva del Darién, en su mayoría venezolanos, ecuatorianos, haitianos y algunos extracontinentales.
