La Conferencia Episcopal de Panamá se pronunció este miércoles 14 de mayo sobre los acontecimientos registrados en los últimos días en el país, a raíz de los cierres de vías y protestas por sectores que rechazan las reformas a la ley de la Caja de Seguro Social (CSS).
“No podemos ser indiferentes ante el dolor y la incertidumbre que hoy atraviesa nuestra nación”, expresó el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.
“Por eso, en medio de tensiones, desconfianza y desencuentros, hacemos un llamado urgente a la cordura, la sensatez y al verdadero amor por Panamá”, agregó.
Ulloa señaló que, como pastores, reafirman que la Iglesia “no es juez, sino puente; no es trinchera, sino mesa de encuentro; no es voz de poder, sino eco del Evangelio y de los más pobres”.
“Invitamos a todos los sectores —gobierno, sociedad civil, gremios, juventudes, pueblos originarios, empresarios, comunidades de fe— a construir juntos espacios de encuentro que permitan reencontrar el rumbo de la nación”, manifestó.
“No es tiempo de imposiciones ni de indolencias”, subrayó.
Según el arzobispo, es tiempo de “diálogo con altura, de decisiones valientes, de renuncias generosas, de reformas que toquen lo estructural”.
“Panamá necesita coherencia, justicia y dignidad. Necesita manos tendidas, no puños cerrados. Necesita hombres y mujeres de buena voluntad que amen a su país más que a sus propios intereses”, concluyó.
Entretanto, el diálogo entre representantes del Gobierno y trabajadores bananeros en la provincia de Bocas del Toro se interrumpió este miércoles, tras horas de tensas discusiones sin avances concretos. También se registraron cierres y enfrentamientos en la vía Interamericana.