36 años después en el acto conmemorativo de los sucesos de la invasión a Panamá el 20 de diciembre de 1989, en el Jardín de Paz, el viceministro de Asuntos Multilaterales y Cooperación, Carlos Guevara Mann, llamó a recordar esta fecha como un momento de duelo, recogimiento y reflexión nacional, más allá de confrontaciones o lecturas simplistas.
El acto estuvo marcado por momentos de controversia, luego de que familiares de algunas de las víctimas cuestionaran el papel de ciertos miembros de la Comisión de Familiares de Desaparecidos, a quienes señalaron por no haber participado de manera activa y permanente en los procesos de identificación.

Durante la intervención de Trinidad Ayola, de la Comisión 20 de Diciembre, Isabel Corro, quien también lideró a un grupo de personas afectadas por la invasión, criticó las gestiones de algunos integrantes de la comisión, al alegar que no estuvieron de forma constante en la lucha por la reivindicación de las personas asesinadas por militares estadounidenses.
Las diferencias entre familiares de desaparecidos que se acusan de no haber participado en las labores de identificación de sus familiares. La disputa surge porque algunas personas acusan a miembros de la actual directiva de estar plegados al gobierno.
— La Prensa Panamá (@prensacom) December 20, 2025
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Asimismo, se registraron gritos de sobrevivientes de la invasión durante el discurso del viceministro de Asuntos Multilaterales de la Cancillería, Carlos Guevara Mann, quien expuso el contexto histórico en el que se produjo la invasión militar de Estados Unidos.

Guevara Mann sostuvo que la intervención ocurrió en un escenario geopolítico externo, marcado por la pugna entre grandes potencias, y en una coyuntura interna en la que se habían perdido las libertades democráticas.

No obstante, algunos asistentes reaccionaron con gritos, señalando que no existe forma de justificar una invasión en la que murieron personas inocentes y se destruyeron barrios enteros.

Por su parte, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, afirmó que no existen cifras exactas sobre las personas muertas y desaparecidas durante la invasión, y exhortó a las autoridades a brindar un cierre a las familias de las víctimas. Ulloa también hizo un llamado a trabajar de manera unida en la identificación de las personas desaparecidas.
Discurso del viceministro
Guevara Mann señaló que la invasión de Estados Unidos a Panamá fue un acontecimiento de “enorme gravedad”, que provocó la muerte de numerosas personas —principalmente civiles—, la destrucción de barrios enteros, el desplazamiento forzado de miles de ciudadanos y un trauma colectivo que, más de tres décadas después, sigue presente en la memoria del país.
“Más allá de las cifras, que continúan siendo objeto de debate y estudio, lo cierto es que Panamá vivió una experiencia de violencia extrema que marcó a generaciones enteras”, afirmó el viceministro, al destacar que la operación militar implicó el uso masivo de la fuerza en zonas densamente pobladas, con graves consecuencias para la población civil y violaciones a derechos humanos fundamentales.

Desde la perspectiva del derecho internacional, el funcionario sostuvo que la invasión planteó —y sigue planteando— interrogantes profundas sobre principios como la soberanía, la no intervención, la proporcionalidad en el uso de la fuerza y la protección de los civiles.
A su juicio, la vulneración de estos principios deja heridas duraderas y obliga a fortalecer los mecanismos multilaterales de prevención y resolución pacífica de conflictos.
Guevara Mann subrayó que los hechos de 1989 no pueden entenderse de manera aislada, sino como parte de un proceso histórico más amplio, marcado por una prolongada crisis política interna. Recordó que Panamá vivía bajo un régimen autoritario que debilitó las instituciones civiles, restringió el ejercicio del sufragio y persiguió a quienes luchaban por la democracia.
“Ese acontecimiento traumático no ocurrió en un vacío. Está concatenado con la profunda crisis política que lo precedió: una crisis prolongada y, en buena medida, evitable. Panamá vivía bajo un régimen autoritario que concentraba el poder, debilitó las instituciones civiles y conculcaba las libertades políticas”, recalcó.

En ese contexto, destacó la relevancia de las elecciones de 1989, en las que —según dijo— la participación ciudadana fue masiva y la voluntad popular se expresó de forma inequívoca.
El desconocimiento de esos resultados, añadió, cerró la última posibilidad real de una transición interna, ordenada y soberana, y dejó al país atrapado en un escenario de confrontación y aislamiento.
“El problema no fue que la anulación de las elecciones provocara la invasión, sino que al negarse la voluntad popular se eliminó la salida pacífica a la crisis”, sostuvo, al advertir que cuando los canales institucionales se cierran, las sociedades quedan expuestas a desenlaces traumáticos.
“Cuando el sufragio pierde eficacia como instrumento para superar la conflictividad, las sociedades quedan expuestas a desenlaces traumáticos”.

El viceministro también aludió al peso de la geopolítica en los acontecimientos de 1989, al recordar la posición estratégica de Panamá y el contexto de la Guerra Fría, factores que influyeron en decisiones tomadas fuera del país y cuyas consecuencias recayeron de manera desproporcionada sobre la población civil panameña.
Durante su intervención, Guevara Mann rindió homenaje a las víctimas de la invasión y a los luchadores por la democracia que rechazaron tanto la intervención militar extranjera como el autoritarismo interno, y reiteró la necesidad de preservar la memoria histórica como una forma de reafirmar principios.
“La experiencia de 1989 nos recuerda que la democracia no es un lujo ni un formalismo; es una necesidad vital para la preservación de la soberanía. Nos recuerda, también, que el respeto al derecho internacional y a los derechos humanos es un compromiso permanente, no condicionado por coyunturas políticas”, dijo al señalar que defender el voto, la legalidad y el Estado de derecho es, en última instancia, defender la vida, la dignidad y el futuro de Panamá.


