El expresidente Ricardo Martinelli Berrocal (2009-2014) fue absuelto por las tres juezas del Primer Distrito Judicial de Panamá que, desde el 22 de julio pasado, presidieron el juicio en su contra por presunto espionaje político.
Esta sentencia no sería apelable: el artículo 179 del Código Procesal Penal señala que “cuando se ordena la celebración de un nuevo juicio en contra del imputado que haya sido absuelto por la sentencia recurrida, y como consecuencia de este nuevo juicio resulta absuelto, dicha sentencia no es susceptible de recurso alguno”.
El 9 de agosto de 2019, otros tres jueces declararon a Martinelli no culpable, en una decisión que posteriormente anulada, por lo que se ordenó celebrar un nuevo juicio.
Las juezas Iveth Francois Vega, Jennifer Saavedra Naranjo y Marysol América Osorio convocaron a todas las partes para el próximo 24 de noviembre, para la lectura completa del veredicto. Entonces conocerá, en detalle, por qué fue absuelto esta noche.
El tribunal consideró, de forma unánime, que no se presentaron pruebas que acreditaran que Martinelli ordenó los espionajes que se realizaron, entre 2012 y 2014, desde el edificio 150 de Ancón, del Consejo de Seguridad Nacional (CSN). En la investigación sí se probó que las interceptaciones y seguimientos a por lo menos 150 empresarios, periodistas, dirigentes sindicales, diplomáticos, magistrados y políticos opositores a Martinelli, nunca fueron autorizadas por la Corte Suprema de Justicia.
Las tres juezas manifestaron que, luego de un examen general de las pruebas aportadas en el juicio, el expresidente no había dado las órdenes para realizar interceptación de telecomunicaciones y seguimiento, persecución y vigilancia de los “objetivos” del CSN.
Mientras las juezas hablaban, el exmandatario permanecía con los ojos cerrados.
El veredicto fue comunicado este martes 9 de noviembre de 2021, en una audiencia que inició poco después de las 7:00 p.m. El acto fue breve y terminó poco después de las 7:30 p.m. Martinelli se presentó a las 6:25 p.m., vistiendo jeans y un jacket negro, con el logo de la televisora de su propiedad. El día antes, terminaron los alegatos de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada, los querellantes particulares, la defensa, las víctimas y el propio acusado. Carlos Herrera Delegado, abogado de los querellantes, pidió en su intervención una condena de 8 años de prisión.
El sitio se encuentra custodiado por agentes policiales y antimotines, y está repleto de simpatizantes del exgobernante, que gritan consignas (algunos con megáfono), aplauden y escriben mensajes de afecto en diferentes cartulinas. Hay murgas y pastores orando por la suerte del acusado. El 9 de agosto de 2019, cuando un tribunal declaró “no culpable” a Martinelli (en un juicio que posteriormente fue anulado), la turba rompió una pared de vidrio.
El expresidente Martinelli se encuentra ya en el SPA, a la espera de que las juezas lean el fallo en el caso pinchazos.#LaPrensaSecuestrada
— La Prensa Panamá (@prensacom) November 9, 2021
Video: Isaac Ortega pic.twitter.com/ftOaEauKmk
Para evitar provocaciones, los fiscales y las víctimas ingresan al recinto por una puerta lateral y no por la entrada principal.
Poco después del veredicto, el exdiputado José Luis Varela, una de las víctimas de las interceptaciones ilegales desde el CSN, emitió un comunicado, que divulgó en su cuenta de Twitter.
“Esta decisión deja a los panameños en completa vulnerabilidad frente a la defensa, por parte del Estado, de su derecho a la privacidad en su intimidad personal y familiar, y a su buen nombre”, señala Varela.
— Popi Varela (@varelapopi) November 10, 2021
La buena noticia para Martinelli se conoce el mismo día que desde Guatemala se anuncia que su hijo Luis Enrique Martinelli Linares será extraditado a Estados Unidos, el 15 de noviembre, presuntamente por conspirar para blanquear los sobornos que Odebrecht pagó a funcionarios y políticos panameños, en un periodo que coincide con el mandato presidencial de Martinelli. Su otro hijo, Ricardo Alberto, permanecerá detenido en Guatemala, hasta que se define cuándo se concretará su extradición.
Por estos mismos hechos, ya hay dos personas condenadas. Se trata de Alejandro Garuz y Gustavo Pérez, que fueron directores del CSN en el gobierno de Martinelli. Cada uno fue condenado a 60 meses de prisión. Garuz es, además, consuegro de Martinelli.
De hecho, ambos fueron detenidos en enero de 2015 y, a finales de ese mismo mes, Martinelli abandonó el país. Finalmente, fue detenido y encarcelado el 11 de junio de 2017 en Miami, Estados Unidos, y extraditado un año después, para que afrontara este proceso, que entonces se dirimía en la Corte Suprema de Justicia, ya que entonces ostentaba el título de diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen).



