Salam Aleikum, mi gente. Panamá es un país con muchas religiones, y entre ellas está el Islam, una de las más grandes del mundo, con casi 2 mil millones de seguidores.
Los practicantes del Islam se llaman musulmanes, y ellos creen en un solo Dios, a quien llaman Alá, y siguen las enseñanzas del profeta Mahoma.
Algo que me llamó la atención al aprender sobre esto es que el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo creen en el mismo Dios, el Dios de Abraham, por eso se llaman religiones abrahámicas. ¡Pero bueno, sigamos!
El Islam tiene 5 pilares fundamentales, que son como las reglas clave para ser buen musulmán:
1) La fe: Declarar y creer que “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su mensajero.”
2) La oración: Rezar cinco veces al día en dirección a La Meca. La Meca es la ciudad más sagrada del Islam. Está en Arabia Saudita y es donde nació el profeta Mahoma. Allí está la Kaaba, el templo más importante para los musulmanes, y por eso rezan en su dirección.
3) La caridad: Dar ayuda a quienes más lo necesitan.
4) La peregrinación: Viajar a La Meca al menos una vez en la vida, si puedes.
5) Y el último, el ayuno en Ramadán, que es el tema de hoy.
En Ramadán se celebra la revelación del Corán, el libro sagrado del Islam. Según la creencia musulmana, fue en este mes cuando el arcángel Gabriel le comenzó a revelar el Corán al profeta Mahoma.
Es el noveno mes del calendario lunar islámico, un mes sagrado de ayuno, reflexión y conexión con Dios. Como se rige por la luna, las fechas cambian cada año, igual que otras festividades religiosas.
Desde antes del amanecer hasta el atardecer, los musulmanes: no comen ni beben, ni siquiera agua. Evitan malas palabras y malos actos.
Esto fortalece su fe, autocontrol y empatía con quienes tienen menos.
Pero cuando el sol se esconde, el ayuno se rompe con dátiles y agua, siguiendo la tradición del profeta Mahoma, y después viene el Iftar, la comida con la que reponen energías.
No todo el mundo está obligado a ayunar. Hay excepciones para: mujeres en su periodo, embarazadas, personas enfermas, niños pequeños, ancianos y viajeros.
Algunos recuperan los días después, y otros dan caridad en su lugar.
En Panamá hay una comunidad musulmana grande que está cumpliendo con este mes sagrado. Así que si ves a alguien que rechaza comida o agua durante el día, no es que sea antipático, ¡es que está cumpliendo con su religión!
Y si te invitan a un Iftar, ¡ve sin miedo! Vas a aprender, compartir y, de paso, probar una buena comida.
Ramadán Mubarak a la comunidad islámica en Panamá, y para el resto, aprovechemos para conocer y respetar más las religiones de los demás.
¡Un abrazo y nos vemos en el siguiente frentiao!