El médico venezolano José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles se convirtieron el domingo en los dos primeros santos de Venezuela luego de ser canonizados en una ceremonia realizada en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El Dr. Hernández, conocido entre sus creyentes como “el médico de los pobres”, ha sido venerado en el país prácticamente desde su muerte en 1919, cuando se convirtió en objeto de devoción para muchos venezolanos.
Por su parte, la madre Rendiles aunque menos conocida entre los seguidores del catolicismo es venerada por la dedicación que dio en vida al servicio religioso a pesar de haber sufrido una discapacidad por una malformación genética.



