Las autoridades españolas investigaban este sábado las causas del accidente de tren que dejó el viernes cuatro muertos en Galicia (noroeste), y que podría deberse a un exceso de velocidad.
Los operarios extrajeron la caja negra de la máquina, que estaba en manos de un tribunal de la localidad donde se produjo el drama, O Porriño.
El tren, que iba de la ciudad española de Vigo a la portuguesa de Oporto con 65 personas a bordo, se accidentó tras desviarse a una vía secundaria, debido a unas obras de mantenimiento en las vías principales de la estación de esta localidad gallega.
El tren quedó empotrado contra un poste eléctrico, que hizo volcar el primero de los tres vagones. En el drama murieron cuatro personas, el maquinista, de nacionalidad portuguesa, dos españoles (el interventor y un joven vigués) y un turista estadounidense.
"Se apuntan posibilidades de la causa del siniestro, y como más probable el exceso de velocidad", aunque habrá que esperar a las conclusiones de la investigación oficial, dijo a la prensa la alcaldesa de O Porriño, Eva García de la Torre.
Sin privilegiar ninguna pista, el ministro español de Fomento, Rafael Catalá, mencionó la víspera los "trabajos de mantenimiento rutinario" que se estaban llevando a cabo en las vías, y señaló que el correspondiente desvío "obliga (...) a que haya una reducción de la velocidad".
La velocidad en la vía secundaria estaba limitada a 30 km/h. A juzgar por los daños en el vagón de cabeza, la máquina podría no obstante haber superado dicho límite.
Normalmente, los trenes pasan por las vías principales de la estación de O Porriño a una velocidad que puede alcanzar los 120 km/h. "No puede seguir pasando el tren por el centro del pueblo a esa velocidad", denunció la alcaldesa, que pide soterrar o desviar la vía antes de que ocurra "una tragedia mayor" en esta localidad que cuenta con unos 20 mil habitantes.

