“Patricia” se convirtió en tormenta tropical este sábado, 24 de octubre, mientras se internaba por una región montañosa de pequeñas poblaciones en el oeste de México, muy debilitado de sus magnitudes récord del día anterior, pero con fuerza suficiente para descargar lluvias torrenciales que podrían causar inundaciones y deslaves peligrosos, advirtieron las autoridades.
“Patricia”, que en su momento de mayor potencia fue uno de los huracanes más fuertes jamás registrados, tocó tierra el viernes en una zona poco poblada de la costa mexicana del Pacífico como huracán de categoría 5. No golpeó directamente la ciudad turística de Puerto Vallarta ni el importante puerto de Manzanillo.
Pese a los primeros informes de inundaciones y deslaves, no había noticias de muertos ni daños importantes mientras el meteoro avanzaba sobre las montañas del interior al caer la noche. Las imágenes de televisión grabadas en la costa mostraban árboles y postes eléctricos derribados y calles inundadas.
Milenio TV incluyó imágenes de carros y autobuses arrastrados por las crecidas en el estado de Jalisco.
El presidente Enrique Peña Nieto dijo en un mensaje televisivo que los daños eran “menores a los correspondientes a un huracán de esa magnitud”, aunque señaló que “la parte más peligrosa” estaba por verse.
“Patricia” se debilitó el sábado por la mañana hasta convertirse en tormenta tropical, con vientos sostenidos máximos de 80 kilómetros por hora y se esperaba que se disipara durante el día sobre las montañas del interior de México.
El vórtice del meteoro se encontraba a unos 55 kilómetros al noreste de Zacatecas y se movía hacia el norte-noreste a una velocidad de 33 kilómetros por hora.

