El papa Francisco hospeda desde este jueves en su casa, la residencia de Santa Marta, a Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, tres hombres que sufrieron en sus carnes los abusos sexuales por parte del sacerdote chileno Fernando Karadima.
Un gesto sin precedente, que llega después de que el pontífice pidiera perdón públicamente por los “graves errores” que reconoció haber cometido tras defender durante años al obispo Juan Barros, acusado de encubrir las denuncias de las víctimas con información falsa y con la connivencia de la alta jerarquía eclesial de Chile.
Las reuniones entre las víctimas y el pontífice comenzaron la mañana del viernes. Tras pasar su primera noche en una de las habitaciones del austero hotel para sacerdotes en el que vive Jorge Mario Bergoglio, el primero en contarle cara a cara su terrible experiencia y sus anhelos para que esta lacra no vuelva a repetirse ha sido Murillo.
"Esperamos que los frutos, que no dependen de nosotros, se empiecen a dar pronto", señaló a la salida del encuentro ante periodistas.
“Es muy significativo estar aquí, sobre todo porque la invitación ha sido a conversar y a recibir sugerencias en el tema del abuso sexual clerical infantil, el abuso de poder y el abuso de conciencia", agregó.
El espíritu del encuentro ha sido resumido por Cruz, quien será recibido por el papa el domingo.
"Estamos aquí esperando aportar con nuestro grano de arena que este ojalá sea el fin de la cultura de abusos y encubrimiento por parte de los obispos en la Iglesia", destacó.
Cruz reiteró que su presencia en el Vaticano es en representación de otras personas que también han sido víctimas de abusos sexuales por parte del clero.
"Es un tema de todos, y lo haremos lo mejor posible. Anotaremos todas nuestras instancias siempre con respeto, con espíritu de colaboración, pero siempre con la verdad y el ánimo de representarlos lo mejor posible", especificó.
También reconoció que "no es fácil" estar en el Vaticano, aunque subrayó que han sido acogidos de una manera "más que adecuada".
"Ha sido muy cálida", describió. Finalmente, apuntó que "lo que pase en el futuro depende de muchos actores y particularmente del papa". El sábado será el turno de Hamilton.
Este lunes tendrán un encuentro común los tres chilenos con Bergoglio. Todas las reuniones son de carácter privado, sin cámaras ni periodistas.
El manejo de la situación por parte del pontífice del caso Barros dio un giro radical después de que el mayor experto en casos de abusos sexuales en la Iglesia, el obispo de Malta monseñor Charles Schicluna, le entregase un informe de 2,300 páginas con 66 entrevistas a las víctimas y a autoridades de la Iglesia que recopiló durante su viaje a Chile.
Está previsto que la tercera semana de mayo los 34 obispos de la conferencia episcopal chilena viajen hasta el Vaticano para dar explicaciones sobre lo ocurrido ante el papa.
