Los Ejércitos de Tailandia y Camboya debatirán el miércoles un eventual acuerdo de alto el fuego en los enfrentamientos que mantienen en su frontera común, de unos 820 kilómetros, desde el 7 de diciembre y que hasta este lunes dejan al menos 80 muertos y cerca de 700,000 desplazados.
Así lo anunció el ministro de Exteriores de Tailandia, Sihasak Phuangketkaew, durante una rueda de prensa en Malasia, tras un encuentro de los cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) para abordar el conflicto entre los dos países del bloque.
Phuangketkaew explicó que la reunión para el eventual alto el fuego será en una zona fronteriza del lado tailandés y estará presidida por el Comité General de Fronteras (GBC), un mecanismo de seguridad encabezado por los ministros de Defensa de cada país, usado anteriormente para acordar medidas en aras de mantener la paz en áreas limítrofes.
“Que los dos Ejércitos se reúnan tan pronto como sea posible, que la discusión sea en el marco del GBC. Y Camboya ha propuesto el día 24 (de diciembre)”, dijo el canciller, quien insistió en que el cese de las hostilidades se alcanzará únicamente “bajo un enfoque bilateral”.

Aunque agradeció los llamamientos a la paz de Estados Unidos, la ASEAN y China, el tailandés recriminó a Camboya haber generado presión internacional sobre Tailandia al anunciar varias veces su intención de poner fin al conflicto, incluso elevándolo a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), sin haber enviado nunca una propuesta directa de paz.
Consultado sobre la fecha estimada para la firma de la paz, respondió que las negociaciones del GBC tomarán “el tiempo que sea necesario”, con vistas a alcanzar compromisos que incluyan retirar armamento pesado y minas antipersonas.
Asimismo, reiteró la necesidad de acabar con los centros de estafas que operan en áreas fronterizas - algunos atacados por el Ejército tailandés-, que sonaron como uno de los detonantes de otro episodio de violencia suscitado en julio, con 50 muertos.
Phuangketkeow mantuvo en Kuala Lumpur su primer cara a cara con su homólogo camboyano, Prak Sokhonn, desde que comenzaron las refriegas, por las que Tailandia contabiliza 38 civiles y 22 militares fallecidos.
Nom Pen, por su parte, subió hoy a 20 el total de civiles muertos y a 79 el de heridos, sin ofrecer datos sobre bajas en las filas militares, que superan el medio millar según Bangkok.
En julio, los dos países vecinos pactaron la paz tras la mediación de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, ha vuelto a presionar a las partes para que retomen las negociaciones.
China también trata de mediar: el enviado especial del Ministerio de Exteriores para Asuntos Asiáticos, Deng Xijun, se reunió con el primer ministro camboyano, Hun Manet, y altos funcionarios tailandeses la última semana.
Tailandia y Camboya mantienen una histórica disputa por la soberanía de varios territorios situados en su frontera compartida, cartografiada por Francia en 1907, cuando Camboya formaba parte de la Indochina francesa.

