La Central Obrera Boliviana (COB), la mayor organización sindical del país, confirmó este domingo la huelga prevista para el lunes contra el decreto 5503, que levantó la subvención a los combustibles después de más de 20 años, pese a los acuerdos que logró el Gobierno con otros sectores para evitar la medida de presión.
“Nosotros no vamos a declinar, no vamos a negociar al margen de nuestro pueblo, no vamos a decepcionar la confianza que se ha puesto para comandar este movimiento reivindicativo”, dijo Mario Argollo, el máximo dirigente de la COB.
Argollo grabó un video en compañía de otros dirigentes para “desmentir” un supuesto pacto “unilateral y oculto” con el Ejecutivo de Rodrigo Paz con la finalidad de levantar las medidas de presión, con marchas y bloqueos desde las primeras horas del lunes.
“Queremos mandar este mensaje al Gobierno central: piensen, mediten, sobre esta medida arbitraria (y) dictatorial que han asumido (y) que en este momento tiene en vilo al pueblo boliviano”, enfatizó.
El dirigente afirmó que el decreto 5503 favorece únicamente a “un sector privilegiado, empresarial y burgués”, por lo que llamó a los distintos sectores sociales a “sumarse” a la protesta reivindicativa que, afirmó, no tiene carácter político.

El viernes, la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia convocó para el lunes a la huelga “general e indefinida” hasta conseguir que el Gobierno de Rodrigo Paz anule el decreto 5503, protesta a la que se sumó la COB y los campesinos cocaleros afines al exmandatario Evo Morales (2006-2019).
Esta jornada, el Gobierno boliviano firmó acuerdos con los sectores del transporte de carga del departamento de Cochabamba (centro) para instalar mesas de trabajo sobre temas tributarios y aduaneros, con lo que descartaron sumarse a las protestas.
El ministro de Economía, Gabriel Espinoza, uno de los encargados de esa negociación, afirmó que para salir de la crisis económica en la que se encuentra Bolivia es necesario trabajar y que “nadie va a salir (de este momento) bloqueando”.
En la víspera, el ministro de Obras Públicas, Mauricio Zamora, firmó otro acuerdo con los transportistas de carga pesada de Santa Cruz (este); mientras que en La Paz el mandatario Rodrigo Paz se reunió con los mineros auríferos y las juntas vecinales, mismas que desistieron de sumarse a la huelga.
Para las noche del domingo está previsto un diálogo de Paz con la población, mediante el canal estatal Bolivia Tv, para explicar los alcances del decreto, que dijo “no se va a cambiar” sino que es el inicio para hacer nuevas mejoras económicas a través del diálogo.
El decreto 5503 emitido el miércoles por Paz estableció precios de 6.96 bolivianos (un dólar) por litro de gasolina especial, 11 bolivianos (1.58 dólares) para la gasolina premium y 9.80 bolivianos (1.40 dólares) para el diésel, entre otros.
Esto supone incrementos del 86% para la gasolina y del 162% para el diésel respecto al costo subvencionado que estuvo vigente por más de 20 años y que, según el Gobierno y algunos expertos, ya era insostenible en el escenario de crisis que vive el país.
Esta decisión va acompañada por otras medidas, como el incremento del salario mínimo, de 2,750 a 3,300 bolivianos (395 a 474 dólares), el aumento de los bonos a los estudiantes del sistema público y de la renta para adultos mayores sin aportes a la seguridad social.
El Gobierno de Bolivia afirmó que no retrocederá en sus medidas, puesto que mantener la subvención demandaría en 2026 un gasto de 3,500 millones de dólares, equivalentes al 6.4% del producto interior bruto (PIB).
