Once días después de su desaparición, el submarino argentino ARA San Juan seguía este domingo tragado por el mar, con 44 tripulantes, y sin rastros de hallarlos pese a las modernas herramientas puestas en su búsqueda en el Atlántico sur.
"El rescate del submarino llevará tiempo", afirmó este domingo a la AFP el analista y experto en cuestiones militares Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría.
La nueva esperanza de hallar al sumergible, que al parecer sufrió una explosión, son los modernos equipos de detección enviados por Estados Unidos y Rusia.
Ambas misiones aún no llegaron al área de rastrillaje, a más de 450 km de las costas de la Patagonia (sur).
"El lecho marino es muy irregular. Es una zona con muchos cañadones y quebradas. Será difícil encontrarlo. Por la presión, la nave puede sufrir daños irreversibles", dijo Carlos Zavalla, un excomandante del navío, en un programa especial del Canal 13 de la televisión argentina la noche del sábado.
La última vez que se tuvo noticia del ARA San Juan fue el 15 de noviembre a las 13H45 GMT.
Horas antes había reportado una avería en las baterías y estaba rumbo a su base en Mar del Plata, a 400 km al sur de Buenos Aires.
"El nivel de accidentes en las fuerzas armadas ha estado por encima de lo normal y ello ha tenido que ver con la antigüedad del material y la limitación de recursos para mantenimiento y adiestramiento", dijo Fraga al explicar posibles razones del accidente.
La Armada (marina de guerra), que ha descartado de plano que el navío sufriera algún tipo de ataque, tiene previsto dar un nuevo parte este domingo sobre la búsqueda, un operativo en el que han participado 14 países.
Mientras, los desesperados familiares de los marinos han hecho críticas muy duras al manejo de la información oficial y se declararon engañados.
"Sufrimos mucho cuando nos dijeron que había siete llamadas desde el submarino y después nos dijeron que no era cierto. Estábamos los familiares bajo mucha presión", dijo Itatí Leguizamón, esposa del cabo de la Armada Germán Suárez, tripulante del ARA San Juan, en el mismo programa.
"El 90% del equipamiento de las Fuerzas Armadas Argentinas (FFAA) tiene entre 30 y 50 años de antigüedad. Si tomamos el caso del submarino San Juan, se incorporó a la Armada hace 32 años y era uno de los buques más modernos", reveló Fraga.
El descuido en la modernización de las FFAA "es consecuencia de una visión antimilitarismo que surgió en el mundo político tras el último golpe militar (y dictadura entre 1976-83) y por la falta de prioridad o urgencia del tema militar en las últimas décadas", fundamentó el analista.
El episodio despertó tensiones en el gobierno, pese a que el presidente Mauricio Macri llamó esta semana a "no aventurarse en buscar culpables".
Empero, según fuentes militares citadas por la prensa local, el contralmirante Gabriel González, jefe de la base naval de Mar del Plata, habría pedido su retiro.

