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Desidia estatal hacia la ciudadanía



Parece que no hay forma humana que nuestros gobernantes entiendan que su periodo de hacer promesas ya está vencido, pues la regla general es que incumplen mucho de lo que prometen y esto afecta las deliberaciones de las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS). ¡Con el buen ejemplo se logra ganar credibilidad!

En lugar de pagar las cuentas millonarias vencidas con la CSS que tienen múltiples dependencias del Estado, se sienten muy a gusto con los traslados de partidas del presupuesto de educación para pagos de cuentas atrasadas de contratistas que de seguro están casadas con jugosos “cash back”. Ahora se publica que al mes de septiembre la planilla tenía 1,771 funcionarios menos pero que el gasto de salarios se elevó por aumentos a funcionarios permanentes, o sea “que viva la contención del gasto”.

La planilla estatal tiene más de un cuarto de millón de funcionarios, que muchos de ellos se tropiezan con otros o no tienen puestos fijos donde sentarse, y lo peor de todo es que sigue creciendo el gasto. De seguro hay duplicidad de funciones en muchas instituciones, además de las botellas y garrafones nombrados pagando deudas políticas, ¿Será que tendremos que contratar a un Elon Musk para que venga a Panamá a hacer un trabajo de desburocratización del Estado como lo va a estar haciendo para Donald Trump, y que venga acompañado de un Javier Milei, que también tiene muy buena experiencia en el tema de reducir las cargas innecesarias a los contribuyentes?

Nos tienen amenazados que si no se aprueban las reformas a la CSS antes de fin de año no habrá plata para pagarle a los jubilados, pero sí habrá para los aumentos pactados en leyes especiales. Entonces, ¿qué están esperando para revisar y adecuar dichas leyes que distorsionan, pero favorecen a ciertos sectores?

El circo de los debates continúa sin que haya ejemplos tangibles y concretos de actuaciones o sacrificios por parte del Estado, pero lo que sigue “con paso firme” es más de lo mismo. No se le pueden creer las promesas que haga el Estado si no tienen credibilidad, pues las mismas caerán en saco roto, como ha sido la costumbre. El nuevo director de la CSS indicó que en el 2025 el Estado podría aportar casi mil millones de balboas, pero parece que no le preguntó al ministro Chapman, que estaba a su lado, de dónde saldrían o que si estaban incluidos en el presupuesto de 2025.

Este 28 de noviembre, por coincidencia, se celebra en los Estados Unidos el Día de Acción de Gracias. Esta fecha es movible y la celebran desde el año 1621, para conmemorar las buenas las cosechas obtenidas que le permitirían tener abundantes alimentos para pasar el invierno que se avecinaba, dándole gracias a Dios. En Panamá tenemos días para todo, celebramos el día del conejo pintao, de la chicha fuerte, festivales de la naranja, la piña, el marañón curazao y las cutarras o alpargatas.

Me pregunto: ¿algún día tendremos un día de Acción de Gracias donde podremos agradecer que tenemos abundancia de agua potable, medicinas, alimentos a precios razonables, una canasta básica realmente con costos accesibles, electricidad barata y en fin un costo de vida cónsono con los niveles de salario donde no exista la pobreza, y una calidad de vida con seguridad? Dicho de otra forma, ¿Cuándo tendremos un gobierno al cual le importe la gente y no se les pida hacer sacrificios que ellos mismos no están dispuestos a hacer dando el ejemplo?

Con toda seguridad, si el presidente anunciara ahora que los miles de contratos de funcionarios eventuales no serán renovados al vencimiento, el 31 de diciembre de 2024, y que tampoco serán sustituidos por otros, ganaría credibilidad, siempre y cuando cumpla con lo prometido. ¡Esto sí sería una verdadera contención del gasto!

El presidente externó ciertos comentarios negativos sobre la participación de las personas en las sesiones de debates de las modificaciones a la CSS indicando la falta de aportes concretos sobre el proyecto de ley. Una pregunta que nos deberíamos hacer todos: ¿Si el presidente se expresa de esta forma de los participantes ciudadanos, qué les dirá a los perros hueveros del Cartel de las Sanguijuelas cuando llegue a segundo debate, que se comporten con decencia, honorabilidad y ética?

Ha quedado demostrado que los diputados más jóvenes y los que no son miembro del Cartel de las Sanguijuelas han demostrado interés en que las reformas sean las adecuadas para los asegurados y jubilados, así como los cotizantes a la CSS y futuros jubilados. Por desgracia, no aglutinan los suficientes miembros como para influenciar con sus votos a cualquier propuesta que este sobre la mesa. La aplanadora del Cartel de las Sanguijuelas de facto le ha suprimido su derecho a voto, dejándolos con voz de pataleo de ahogado por lo que nunca podrían pasar una ley sin el consentimiento de los perros hueveros.

Alerta ciudadana: ¡Peligro inminente! Cuando llegue al segundo debate este proyecto de ley estarla en manos del Cartel de las Sanguijuelas para ser manejando a su antojo. ¿Será que el presidente podrá ofrecerles suficientes incentivos tangibles para satisfacer el apetito económico del cual están acostumbrados? El “qué hay pa mí " en todo su apogeo.

El autor es ciudadano.


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