Como un padre que regaña y amenaza a su hijo con la correa en la mano, advirtiéndole que no vuelva a hablar con el vecino con el que tiene una disputa de linderos en una comunidad dividida por el tema, así suenan los reclamos de Donald Trump:
Acusación y amenaza a Panamá
“Si no respetas los principios morales y legales del gran gesto de donación que te hice con el canal, entonces exigiré su devolución total, de inmediato y sin cuestionamientos. ¿Me estás escuchando? Has roto la promesa que me hiciste. Mis barcos pagan tarifas enormes e injustas para transitar por el canal, todo por tu compincheo con China. Y pensar que eres mi aliado tradicional… Sabes que ellos son mi adversario y aun así les permitiste controlar el canal con puertos a cada lado. Eso NO es neutralidad. Para mí, es una amenaza a mi seguridad y mis intereses. Quiero mi canal de vuelta si no te pones en cintura.”
El descargo
Sobre el trato injusto y los sobrecostos
A pesar de que el 70% de la mercancía que pasa por el canal de Panamá es de uso norteamericano, la mayoría no viaja en buques con bandera de Estados Unidos Esto se debe a que ese país no cuenta con una flota mercante propia y competitiva, ya que el gobierno no subsidia la construcción de nuevos buques. Como resultado, el 98 % de la carga que entra o sale de Estados Unidos lo hace a través de navieras extranjeras, cuyos barcos pagan las mismas tarifas que todos los demás usuarios del canal, incluyendo el 1.5% de la carga transportada en barcos con bandera estadounidense.
Además, los submarinos y buques de guerra de la marina estadounidense tienen privilegios especiales: no hacen fila para cruzar y, aunque el precio se basa en el tonelaje, pagan tarifas mínimas. Entonces, ¿dónde está el supuesto trato injusto?
Sobre el control chino del Canal
“Quien afirma, debe probar.”
El Canal es ahora más moderno y eficiente que cuando fue construido por Estados Unidos hace 111 años, y su ampliación se financió con dinero panameño, aún en proceso de pago. No hay presencia militar extranjera en la vía interoceánica.
Si Estados Unidos tiene pruebas de que empresas chinas comprometen la seguridad, la neutralidad o el funcionamiento responsable del canal, que las haga públicas.
El verdadero motivo del recelo
“Detrás de cada posición, hay un interés.”
Si no hay fundamentos para estas acusaciones, ¿por qué hacerlas? Porque son un medio para un fin.
Actualmente, vivimos en la New Era of Great Power Competition (nueva era de la gran competencia por el poder mundial) entre Estados Unidos, China y Rusia. Para estas potencias, Panamá tiene un valor geoestratégico crucial. Tener mayor control sobre el canal, ya sea en el ámbito comercial, militar o tecnológico, representa una ventaja sobre el adversario.
Trump considera que la reversión del canal a Panamá fue un error histórico y cree que Estados Unidos ha perdido poder con la presencia china en los puertos de la vía interoceánica. Su objetivo es claro: recuperarlo.
¿Cómo? La estrategia
Como empresario y negociador agresivo, Trump aplica la táctica del negociador duro o tiburón, usando el hard power (poder duro) y el soft power (poder blando) como herramientas de disuasión. Su meta es obligar a su adversario a aceptar una solución favorable a sus intereses y recuperar influencia sobre el canal en futuras negociaciones.
Abogado y magíster en seguridad y defensa y exsubdirector del Senafront.