Antígona Agonistes es una obra teatral del griego Sófocles, cuyo trama gira en torno a la defensa de los valores familiares y divinos sobre las leyes humanas, enfrentándose al poder establecido. La obra es símbolo para aquellos que enfrentan formidables desafíos externos, como los que enfrentan tanto los pacientes con cáncer como el Instituto Oncológico Nacional (ION).
El artículo “El naufragio del Oncológico”, del diario La Prensa, del 17 de noviembre de 2023, evidencia la negligencia gubernamental de larga data para con los pacientes con cáncer y el ION. Hace unos días ocurrió una inundación de las instalaciones, con el daño de equipos especializados como el PET-CT, lo que refleja una grave falta de priorización en la lucha contra el cáncer en Panamá, una causa que representa el 17% de las muertes anuales. El aumento del 50% en el número de pacientes nuevos atendidos en el ION desde 2015, ahora más de cinco mil por año, destaca la urgencia de abordar esta crisis de salud de manera efectiva.
A lo largo de dos administraciones, como representante del Club de Leones de Panamá en el Patronato del ION, desde 2015 he presenciado la falta de atención y deterioro de esta vital institución, producto de los repetidos intentos fallidos, por parte de distintos gobiernos, para abordar la creciente demanda de atención oncológica en Panamá.
La situación del ION es crítica, con sus instalacion desbordadas y capacidad insuficiente para atender a los pacientes que acuden a diario. La necesidad de una nueva estructura se planteó desde 2007 y no fue sino hasta el 2014, en la administración de Ricardo Martinelli, que se adjudicó el proyecto al Consorcio Nuevo ION de Panamá por $172 millones. Sin embargo, en el gobierno de Juan Carlos Varela, la construcción fue cancelada unilateralmente en octubre de 2014, citando irregularidades en la propuesta.
Como alternativa, se propuso trasladar el ION a la Ciudad de la Salud, mediante un convenio de gestión entre la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud. La junta directiva de la CSS aprobó $299 millones para el nuevo Oncológico, pero la obra experimentó retrasos y lentitud en el gobierno de Varela, llevando a que esta opción también fracasara.
Al inicio del gobierno de Nito Cortizo en julio de 2019, se decidió reubicar la nueva sede del ION cerca de la Ciudad de la Salud, con una licitación estimada en $434.8 millones. Sin embargo, la pandemia de covid-19 retrasó muchos proyectos, incluido el del ION. En marzo de 2022, se publicó el acto público, pero el mismo enfrentó numerosos problemas. La fecha para presentar propuestas se pospuso seis veces y finalmente se canceló en enero de este año.
El Minsa explicó que se necesitaban modificaciones en el alcance y especificaciones de la obra, anulándose el acto público anterior. Hasta la fecha, la nueva licitación apenas ha avanzado, aunque se ha dividido el proyecto, debido a su alto presupuesto, en tres fases, siendo la primera un centro de radioterapia con un costo estimado de $72 millones.
En resumen, la historia del nuevo ION está marcada por la cancelación de la construcción en 2014, la presentación de propuestas alternativas que no se materializaron, reubicaciones y permanentes retrasos. A pesar de estos intentos, la situación actual del ION sigue sin resolverse, dejando a los pacientes de cáncer en condiciones muy precarias.
Por otro lado, la situación económica para el ION no va a mejorar en el 2024, sino más bien el panorama se vislumbra peor: el Minsa solicitó un presupuesto de $86 millones (aproximadamente $25 mil por paciente nuevo), pero solo recibirá $72 millones, es decir, $13 millones menos de lo requerido. Este nivel de recursos es menor, en términos reales, por paciente nuevo, que lo que se asignaba hace 10 años. Además, a pesar de que el 80% de los pacientes atendidos en el ION son asegurados por la CSS, esta sólo contribuye un tercio del presupuesto total de la institución.
En conclusión: el gobierno que asuma las riendas del país el próximo año deberá atender, con carácter de urgencia, los siguientes temas:
1. Priorizar la construcción de un nuevo hospital oncológico en la ciudad de Panamá, en un terreno adecuado, de manera que las distintas fases del proyecto se completen a más tardar en el año 2029.
2. Asegurar un presupuesto total de funcionamiento del hospital de aproximadamente $25 mil por paciente, lo cual en el año 2029 podrá ser de seis a siete mil pacientes nuevos por año.
3. Establecer un programa y fondo integrado de Minsa-CSS para el financiamiento y gestión de un programa nacional de atención oncológica, en el que la CSS aporte el monto real correspondiente a la atención de los pacientes asegurados.
4. Mantener el proceso de descentralización de la atención oncológica a otras regiones del país, sobre todo provincias centrales y el occidente, para lo cual se requiere no sólo la asignación de los recursos financieros requeridos, sino, sobre todo, la formación y capacitación del recurso humano especializado que escasea en este momento y limita enormemente la posibilidad de poder expandir la cobertura de atención a nivel nacional.
La enorme mayoría de los panameños con cáncer no se puede atender en hospitales de otros países como en Houston o la Clínica Mayo, por lo que su vida dependerá de la capacidad del sistema nacional de salud para resolver uno de los problemas más prevalentes para la salud. Panamá no puede esperar más. Ya es hora de que se detenga la agonía del ION.
El autor es médico salubrista