En septiembre de 2023, durante un encuentro virtual con BBC Mundo y otros medios internacionales, el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, señaló que una de las principales amenazas competitivas para la vía interoceánica eran los proyectos en desarrollo en México. Se refirió al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), que incluye un tren rápido, gasoductos y otras infraestructuras energéticas destinadas a conectar el Golfo de México con el Pacífico, con el potencial de desviar carga energética del Canal.
Desde entonces, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha destacado la ventaja extraordinaria que representa disponer de un paso transoceánico bajo control total del país, lo que reduce significativamente tiempo y costos frente a competidores como México. Para consolidar un hub energético en Panamá, es fundamental definir con absoluta claridad qué, cuándo y cómo se quiere desarrollar el proyecto, siguiendo una planificación estratégica basada en la metodología FEL-0 (Front-End Loading), que incluye como entregables un caso de negocio preliminar, un mapa completo de stakeholders y los permisos críticos.
En este artículo se resumen las diferencias entre el GNL (gas natural licuado, metano) y el GLP (gas licuado de petróleo, mezcla de propano y butanos), y su relevancia para el proyecto panameño. La ACP planea construir un gasoducto interoceánico con una inversión de $8,500 millones entre 2025 y 2030, como parte de su estrategia para diversificar ingresos y consolidar a Panamá como hub logístico y energético.
¿Qué son el GNL y el GLP?
Imagina que el gas es como el agua: en su estado natural ocupa mucho espacio, pero al licuarlo se facilita su transporte. Aquí entran en juego el GNL y el GLP, dos “primos” energéticos con características distintas:
GNL (Gas Natural Licuado): gas natural, principalmente metano, enfriado a -162 °C para volverlo líquido y reducir su volumen 600 veces. Es inodoro, no tóxico y requiere manejo criogénico. Los buques de GNL son frecuentes en el Canal, conectando mercados globales.
GLP (Gas Licuado de Petróleo): mezcla de propano y butano, licuada bajo presión moderada (2–8 bar) a temperatura ambiente, reduciendo su volumen unas 250 veces. Es inflamable y se le añade olor para detectar fugas. Se usa en cocinas, calefacción y transporte. El proyecto de la ACP podría agilizar su movimiento mediante tuberías, reduciendo la dependencia de buques.
Ambos combustibles son claves en la transición energética, pero sus diferencias tecnológicas (criogénico para el GNL, presión para el GLP) determinan cómo deben manejarse.
Diferencias operativas: tuberías, puertos y almacenamiento
Tuberías
Puertos
Almacenamiento
¿Manejar GNL y GLP juntos?
Aunque es técnicamente posible, no es recomendable compartir instalaciones sin grandes inversiones, pues el GNL exige frío extremo y el GLP presión moderada, lo que genera riesgos de choques térmicos y contaminación. En la costa del Golfo de EE.UU. se mantienen sistemas separados. Para la ACP, integrar ambos productos requerirá un análisis estratégico y económico, definido en la fase FEL-0, que permita diseñar pliegos eficientes y garantizar la ejecución ordenada de un megaproyecto de esta magnitud.
Conclusión: Panamá, un hub energético resiliente
El gasoducto de la ACP es un paso audaz para diversificar ingresos y reforzar el papel de Panamá en el comercio global, enfrentando la competencia regional. Comprender las diferencias entre GNL y GLP es esencial para asegurar mercados, eficiencia y seguridad en la operación. Con planificación estratégica, Panamá podrá mantener su liderazgo frente a iniciativas como el CIIT y consolidarse como uno de los países más importantes en infraestructura y operación energética a nivel mundial.
El autor es experto en energía.
