La ética profesional es el conjunto de normas y valores que hacen y mejoran al desarrollo de las actividades profesionales y determinan las pautas éticas del desarrollo laboral, mediante valores universales que poseemos como seres humanos. Es fundamental para el desempeño profesional de un individuo, ya que esta implica la práctica de valores como la responsabilidad, puntualidad, estudio, constancia, carácter, concentración, formación, discreción, entre otras.
El profesional panameño debe cumplir las más estrictas normas de ética para garantizar a nuestra nación probidad en el ejercicio de la gestión que brindamos en el desempeño de nuestras funciones. Que garanticen credibilidad y confianza en el trabajo.
Como trabajador, es nuestro deber aplicar la ética profesional en todas las actividades, además de manejarnos con lealtad, honestidad y todo tipo de bien moral que sea necesario en el presente y en el futuro. Como individuos, debemos establecer nuestra ética profesional con nuestros valores individuales, mismos que deben estar apegados a las reglas sociales, culturales y religiosas.
Es nuestra obligación fomentar y mantener siempre un ambiente de trabajo que respalde el comportamiento ético, que estimule siempre el diálogo abierto, donde no haya discriminación ni perjuicios, ni abuso de autoridad de ninguna naturaleza.
En nuestro país, como ciudadanos activos que somos, debemos exigir como profesionales que dentro de las empresas y las instituciones públicas exista un código de ética que nos ayude a fortalecer nuestra formación profesional y a crear ideales de convivencia, integridad, participación y democracia; pero, sobre todo, que nos ayude a ser personas solidarias para construir siempre y en todo momento el bien común.
La ética profesional marca pautas de conducta para nuestro desempeño de las funciones propias de cargos desempeñados. Aunque utiliza valores universales del ser humano, esta se centra en cómo son estos aplicables a nuestro entorno laboral; es un continuo debate entre el desarrollo de una profesión y la conciencia o ética personal. Muchas veces podemos optar por la objeción de conciencia cuando no estamos actuando de forma correcta; sin embargo, como profesionales éticos, debemos ajustarnos a la moral y al correcto proceder.
Nuestras acciones y decisiones de índole profesional no deben estar sujetas a ningún tipo de prejuicios que puedan menoscabar la dignidad humana de nuestro ambiente laboral.
En Panamá, hoy día existen muchas empresas e instituciones que intentan constituirse bajo un código de ética, que buscan incorporar en el comportamiento profesional principios éticos fundamentales en valores trascendentales. Como profesionales panameños, debemos brindar el respaldo necesario para el cumplimiento del código de ética para mantener siempre una conducta apropiada y transparente.
La autora es estudiante de maestría
