La integridad del proceso electoral recae firmemente en las manos de los voluntarios que operan las mesas de votación. Su deber patriótico exige una imparcialidad absoluta para asegurar un torneo justo y equitativo. El reclutamiento de estos ciudadanos debe ser meticuloso, destacando especialmente su imparcialidad. Sin embargo, la presencia significativa de un 30% previamente ligado a partidos políticos plantea justificadas dudas. Este desafío enfatiza la necesidad urgente de una selección rigurosa y una capacitación exhaustiva para estos voluntarios electorales. La integridad del proceso electoral está directamente ligada al compromiso de estas personas con la nación y con el respeto irrestricto por los principios democráticos. En este momento crítico, la responsabilidad de cada uno de ellos es esencial para garantizar la confianza en el sistema electoral y para salvaguardar los valores democráticos fundamentales. Estos incluyen el respeto absoluto al Estado de Derecho, la protección de las libertades fundamentales y la garantía de la transparencia y la rendición de cuentas en cada etapa del proceso electoral.
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19 abr 2024 - 05:03 AM
