La escasez de lluvias en los últimos meses ha causado, como era de esperarse, un impacto alarmante en el tráfico por el Canal de Panamá durante el primer semestre de su año fiscal, registrando una disminución histórica de más de 2,200 tránsitos. Este fenómeno sin precedentes desde el punto de vista operativo y estratégico es el resultado de la falta de capacidad en la toma de decisiones que tuvo el actual gobierno para aprobar las leyes necesarias en el desarrollo de un proyecto hídrico que aborde la crisis de agua más allá de los límites del Canal. Ahora le corresponde a la nueva administración gubernamental trazar el rumbo a seguir en la toma de decisiones sobre embalses, cuencas y ríos necesarios para cubrir nuestras demandas y aunque, esta vez, no se prevean pérdidas económicas directas para el erario, dado que los ingresos no obtenidos se compensarán con otros ingresos canaleros, las decisiones no pueden esperar más. Estas deben alejarse de los juegos políticos y estar guiadas por la conciencia de que el Canal sigue siendo la principal fuente de ingresos para los panameños. A partir del 1 de julio, el nuevo gobierno deberá ejecutar estos planes para evitar perjudicar nuestra ruta y el comercio mundial.
Hoy por Hoy
14 may 2024 - 05:00 AM
