El proyecto de ley que presentó el Ejecutivo sobre el uso obligatorio de etanol en las gasolinas es altamente polémico. Y es que, con la excusa de un supuesto uso de combustibles más limpios y eficientes, se pretende obligar a todos los conductores de vehículos a gasolina comprar combustible para beneficiar a un reducido grupo de familias –incluidos funcionarios de alta jerarquía– con inversiones en empresas del ramo (alcoholes y azúcares) que también tendrían facilidades para importar etanol, principalmente de Brasil, tras la visita que hizo el presidente de la República a ese país. La otra cara de la moneda es que se requiere comprar el equivalente del 100% de las tierras existentes para el cultivo de caña de azúcar. Es decir, habría que duplicar las 22 mil hectáreas dedicadas al cultivo de la caña para suplir el mercado local. Y este cultivo está entre los más polémicos debido a la contaminación del agua que produce (con sedimentos, fertilizantes y efluentes de la industria), deforestación, degradación del suelo, gases de efecto invernadero y afectaciones a la salud por monocultivo y jornaleros en condiciones de trabajo difíciles. La Asamblea debe considerar todo esto cuando tome una decisión sobre esta iniciativa.
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Hoy por hoy: Etanol: beneficios privados, riesgos públicos
18 nov 2025 - 05:01 AM
