El crecimiento de la planilla de la Asamblea Nacional vuelve a exhibir una contradicción que el país no puede seguir normalizando. Tras la auditoría de la Contraloría entre marzo y mayo, que obligó a recortar 1,377 puestos y derivó en la denuncia de 121 funcionarios sin funciones justificadas, se esperaba un giro hacia la transparencia. Ocurrió lo contrario. Entre octubre y noviembre, la planilla aumentó en 1,558 funcionarios, superando incluso los niveles previos al recorte.Este ascenso, que llevó la cifra de 3,067 empleados en julio a 5,631 en noviembre, no ha sido acompañado de una sola explicación institucional. Tampoco se han divulgado los resultados de la revisión de las oficinas de participación ciudadana ni se conocen indicadores que demuestren una mejora operativa. El compromiso de modernizar controles terminó diluido entre alianzas fragmentadas, silencios oficiales y una práctica que se repite cada periodo legislativo: crecer sin justificar. La transparencia, para ser creíble, exige coherencia. ¿De qué sirve auditar si después se infla la planilla sin responder al país?
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Hoy por hoy: La planilla vuelve a inflarse
05 dic 2025 - 05:01 AM