Han pasado ocho años desde que Odebrecht admitió haber repartido cientos de millones de dólares en sobornos a lo largo de todo el continente, incluyendo Panamá. Este caso, que sacudió los cimientos de la región, sigue sin ver un juicio en nuestro país. Aunque se programó para noviembre de este año, es probable que se aplace una vez más, ya sea por excusas médicas, por la supuesta “falta de notificación” de los acusados o por cualquier otra razón baladí. La frustración de los panameños es palpable. Mientras en otros países se avanza en la investigación y recuperación de fondos, aquí seguimos esperando que los responsables enfrenten la justicia. Cada día de retraso es un golpe a la confianza en nuestras instituciones. Como se ha visto recientemente en Andorra, millones de dólares provenientes de la corrupción panameña siguen emergiendo, y aún no hemos podido recuperar ese dinero ni castigar a los culpables. Justicia tardía no es justicia. Y mientras los acusados no enfrenten a sus juzgadores y los fondos robados no sean devueltos, la justicia seguirá siendo cuestionada públicamente. Solo cuando logremos ver una justicia funcional, se restaurará la confianza en el sistema y en el futuro de nuestro país.
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Hoy por hoy: Odebrecht: 8 años de impunidad
22 oct 2024 - 05:03 AM