Panamá se sumó a una movilización mundial convocada por María Corina Machado, quien este miércoles recibirá el Premio Nobel de la Paz, en respaldo a una Venezuela que desde el 10 de enero de 2025 no tiene un presidente legítimo en el poder. Las actas lo acreditan y el Centro Carter certificó que Edmundo González Urrutia ganó las elecciones. ¿Cuánto tiempo puede el mundo seguir fingiendo que no lo sabe?
La situación recuerda a Panamá entre 1968 y 1989, cuando la legalidad fue sustituida por el hecho consumado. Ayer se confirmó la muerte, bajo custodia estatal, del exgobernador Alfredo Díaz, evidencia de un patrón de represión que ya suma siete presos políticos fallecidos desde las presidenciales del 28 de julio de 2024. ¿Puede una democracia tolerar esto sin llamar las cosas por su nombre?
La comunidad internacional repite comunicados, pero la pregunta es otra: ¿se traducirá la condena moral en acciones que obliguen a restaurar la institucionalidad? Venezuela necesita vigilancia seria y solidaridad efectiva. El silencio nunca ha detenido una dictadura.