En la corrupción juegan los corruptos y los corruptores, y ambos obtienen ganancias ilegales, sin penas ni glorias, pero con los bolsillos llenos y los apellidos manchados por el resto de sus vidas. Pierde Panamá mientras no se tenga la certeza del castigo.
Ambos, corruptos y corruptores, afectan el desarrollo del país al desviar recursos del Estado que debieron ser utilizados para construir caminos de producción, potabilizadoras, centros de salud y elevar los niveles de educación.
Salvo mejor opinión, la corrupción nace de la ambición, del poder mal entendido y peor aplicado, del nepotismo y del falso amiguismo.
El combate a la corrupción es una misión de todos, que debe empezar con la formación escolar para elevar los principios cívicos y éticos, y sigue con la certeza del castigo, pues sin ella la corrupción se convierte en una escuela de oportunidades de delitos y envenena a la sociedad.
En el sector público, el control empieza con la declaración jurada patrimonial, notariada, con el detalle de los activos, los derechos y las obligaciones, y que deben presentar los servidores públicos con mando y jurisdicción, al inicio y al final de su gestión, tal como lo ordena la Ley 59 de 1999, y que debe servir para controlar la corrupción. Pero siempre que dicha declaración sea analizada por un ente independiente, pues hasta ahora ha sido simplemente un papel de baño.
En el otro lado del juego están los empresarios y asesores con la etiqueta de la corrupción, algunos producto de la ambición y otros, los menos, por la necesidad de resolver dificultades creadas por el sistema para generar recompensas.
Por ello insisto en la certeza del castigo, en hacerla pública y en el decomiso de todos los activos del corrupto y de aquellos de su círculo cero cuando no puedan demostrar la legitimidad de los mismos.
Para muestras varios casos: Odebrecht, vigas de acero, muertos que cobraron, jubilados que nunca cotizaron y auxilios del Ifarhu. Además, ahora explota el caso de las administraciones pasadas de la Alcaldía de San Miguelito, enterrada entre tanta pobreza.
Cápsula fiscal 1 – la corrupción y su impunidad crean la falsa idea de que el crimen sí paga. Unidos podemos combatirla y derrotarla.
Cápsula fiscal 2 – aprovecho para enviar una calurosa felicitación a todas las madres en su muy especial Día de las Madres, aunque todos los días son de ellas.
El autor es consultor fiscal.
