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Los desquiciados ladraron más de lo que mordieron



Después de toda la alharaca gringa en los medios sobre las amenazas a Panamá, sobre todo lo que olía a chino, se volvieron “puro tilín tilín y nada de paleta”. Como los desquiciados son impredecibles, me parece que Panamá ha salido bien librado por obra y gracia del Espíritu Santo, pues los visitantes encontraron a un Presidente demacrado y en su desarticulado mensaje después de la reunión, no entendimos nada.

Gracias al comunicado del Departamento del Estado gringo un par de horas después de la reunión, y que fue replicado inmediatamente por agencias de prensa internacionales, nos pudimos enterar realmente de la pretensión más relevante que buscaban: No quieren que empresas chinas continúen operando los puestos en la ribera del Canal y nos exigen acción inmediata al respecto.

Por lo que se ha publicado en medios locales, las empresas operadoras de los puertos en el área canalera no han sido ningunos “santos” en su tratamiento hacia Panamá y las concesiones no han rendido frutos equitativos para el país, pero posiblemente han enriquecido a nuestros sinvergüenzas. El mero micho dijo en su “conferencia” que iba a esperar los resultados de las auditorias de dichas empresas cuando es “vox populi” las concesiones amañadas que han logrado con negociadores deshonestos de nuestra parte que permitieron que esos concesionarios nos tomaran a los panameños “de congos”.

Tuvieron que venir los desquiciados gringos a exigirnos que los saquemos del área canalera, pensamiento que comparto, pero no por la razón de que sean chinos, sino por la sinvergüenzura y amañamiento para lograr las concesiones y encima de esto no compartir razonablemente los frutos económicos de dichas operaciones. Nuestra falta de actuaciones razonables y oportunas, lo único que hacen es traernos crisis innecesarias dándoles excusas para los inventos. En Gringolandia se sienten seguros teniendo a los chinos operando en por lo menos cinco puertos importantes, pero la brusca en el ojo la pusimos nosotros.

Si los gringos desean adquirir los puertos en la ribera del canal, y hablan de que quieren tener un clima propicio para inversiones en Panamá, eso es fácil: Entonces que las empresas gringas negocien directamente con las operadoras portuarias para comprarle los activos tangibles de su propiedad y renegocien transparentemente nuevas concesiones con la República de Panamá.

La búsqueda y aprobación de las empresas sustitutas es por cuenta de Gringolandia y no pretendan que Panamá les cancele las concesiones y les expropie los activos, para ellos “coger los mangos bajitos”. Aunque pensando de otra forma, si resulta de las distintas auditorias que esas empresas “nos han estado congueando por muchos años, entonces podríamos cuantificar y reclamarles los daños materiales causados y embargar dichos activos para resarcirnos de las “congueadas”.

Esta situación no pareciera difícil de resolver y desde ya le decimos a los gringos que busquen candidatos. De nuestro lado, debemos estar preparados a aceptar el reto, siempre y cuando nombremos personas idóneas, honorables, éticas y honestas dispuestas a realizar un buen trabajo para la Patria. El tema de los migrantes también habrá que considerarlo sin que se menoscabe nuestra dignidad ni se mancille nuestra soberanía.

El comunicado el Departamento de Estado también comentó que “…la reunión marcó un paso importante en revitalizar la estratégica relación entre Estados Unidos y Panamá, en línea con la visión del Presidente Trump.” Es increíble la habilidad que tiene dicho personaje político para manifestar tan “sutil” conclusión orientada únicamente a “echarse flores” y también complacer a su Capo. Inmediatamente se me vino a la mente una de esas frases que salían a relucir en las películas y novelas del Viejo Oeste y que decían los indios nativos: “White men speaking with forked tongue” que traducida significa “Los hombres blancos hablaban con lengua bífida”, haciendo alusión a las serpientes que tienen la lengua partida ya que los funcionarios oficiales les prometían cosas para endulzarlos y nunca se las cumplían. mente quedamos con el balón en nuestro campo y ojalá no nos durmamos en la primera acción que deberíamos tomar: Notificarle al Departamento de Estado de Gringolandia a que empiece a preseleccionar empresas gringas interesadas eventualmente en tomar las operaciones de los puertos en la ribera del Canal y nos remitan la información para nuestra consideración. Simultáneamente, Panamá continúa determinando la cuantía del daño material causado por cada una de ellas, para tomar las medidas que se ameriten para resarcirnos económicamente.

El autor es ciudadano panameño.


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