Entre el 2019 y el 2025, la economía panameña sufrió dos “shocks” y tres “aftershocks”, duplicamos la deuda externa, eliminamos más de $4,600 millones en inversión privada, perdimos el grado de inversión de Fitch Ratings.
En los últimos dos años desaparecieron el 80% de nuestras exportaciones y unos 70 mil empleos: 54 mil por el fiasco minero y otros entre 15 mil y 20 mil que terminaremos perdiendo como consecuencia de “la masacre laboral en Bocas del Toro”.
A pesar de la dantesca travesía, de “haber hecho lo imposible” para ahuyentar la inversión privada y parecer más interesados en buscar “culpables” que soluciones a problemas que no entendemos, comienzan a aparecer pequeños indicios de recuperación económica. Es prematuro hablar de tendencias, pero los síntomas son claros.
Desde el 2012, sólo el Estado genera empleo formal con plata prestada
Entre 2012 y 2024, el tamaño de la economía panameña se duplicó, pero la deuda externa pasó de $14,567 millones a $53,736 millones. 24,174 asalariados perdieron sus trabajos, pero se agregaron 63,044 funcionarios y 264,153 informales a la economía.
Cada asalariado que perdió su empleo en ese lapso (2012-2024) fue reemplazado en la economía por tres funcionarios y diez informales. Los mayores aumentos salariales en ese período, y los más altos salarios en la economía hoy en día, se dieron en el sector público, y los financiamos con deuda.
La situación se agravó en los últimos cinco años (2019-2024). Aumentamos la deuda externa en casi $28 mil millones, pero 44,261 asalariados privados perdieron sus empleos. Sin embargo, se agregaron 19,409 nuevos funcionarios y 28,372 informales a la economía.
Dos ‘shocks’ y tres ‘aftershocks’ económicos desde el 2019
Entre el 2019 y el 2025, la economía panameña sufrió dos “shocks”: la pandemia y el cierre minero, con la consecuente pérdida del grado de inversión de Fitch Ratings en marzo de 2024, cada uno con efectos laborales diferentes. A estos se agregan tres “aftershocks”, asociados con las protestas sociales de 2022, 2023 y 2025.
La pandemia eliminó 407 mil empleos formales privados entre 2020 y 2021, mientras que el cierre minero ocasionó la pérdida de 54,107 empleos formales no agrícolas entre agosto de 2023 y octubre de 2024.
Masivo impacto del cierre minero y pérdida del grado de inversión de Fitch
La repentina interrupción de $900 millones de compras anuales de la operación minera a 24 sectores de la economía, la disminución de $2,165 millones en financiamientos bancarios al sector productivo, producto del aumento de las tasas de interés debido a la pérdida del grado de inversión, y la pérdida de $1,600 millones de flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) entre 2019 y 2024, suman más de $4,665 millones de inversión privada.
De hecho, en la provincia de Panamá, el fiasco minero destruyó más empleo en 14 meses que la pandemia en 26. Entre agosto de 2019 y octubre de 2021, la provincia perdió 98,186 empleos, mientras que entre agosto de 2023 y octubre de 2024 desaparecieron 104,723 empleos, incluyendo 34,615 profesionales universitarios y el 27 % de todos los empleos formales del sector financiero y de seguros. Cuatro de cada cinco empleos formales perdidos en la provincia ocurrieron en empresas con más de 50 trabajadores.
Algunos indicios positivos
A pesar de que el panorama sigue complicado, la salida de Panamá de la lista discriminatoria de la Unión Europea (UE) y la aprobación de la Ley 462 de la Caja del Seguro Social parecen haber enviado señales positivas sobre las perspectivas de nuestras finanzas públicas, como lo refleja el más reciente informe del Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) para el primer semestre de 2025, publicado por la banca de inversión JPMorgan.
El EMBI captura la percepción de riesgo crediticio de un país y, entre enero y junio de 2025, el riesgo-país de Panamá se redujo en casi 24% (de 303 a 231 puntos).
Por otro lado, los ingresos por peajes del Canal alcanzaron los $2,015 millones durante el primer semestre del 2025, lo que representa un incremento del 33.2% en comparación con el mismo período del año anterior.
El monto de los financiamientos bancarios al sector productivo en la primera mitad del año marcha 5% por encima de los otorgados entre enero y junio de 2024, al tiempo que el promedio mensual de nuevos contratos laborales tramitados por Mitradel en el segundo trimestre del año fue 13% mayor al del primero.
Donde abundan las descalificaciones, escasean los argumentos. No podemos dar respuestas pasionales a problemas matemáticos. Lo que no se mide, no existe.
