Los acontecimientos políticos recientes nos aproximan inexorablemente a la idea de que, en nuestra flamante Asamblea Nacional, y en la clase política panameña en general, hay quienes llevan enquistado en su ADN el germen de la maleantería, el cinismo y la corrupción. No tienen reservas ni escrúpulos para hacérselo saber a todo aquel panameño que, de manera ilusa, imagine lo contrario.
Estos despreciables personajes exhiben a los cuatro vientos sus malsanos atributos con un desparpajo inaudito y, a fuerza de la costumbre, aspiran además a convertir los mismos en comportamientos dignos de ser imitados por la camada de pichonatos que, al parecer, sueñan algún día con ser como ellos.
El caso más reciente lo constituye el abominable y descarado intento de aprobar una ley de amnistía a favor del maleante, condenado por lavado de dinero, prófugo y asilado Ricardo Martinelli, propuesto por el diputado Jairo “Bolota” Salazar, quien, dicho sea de paso, siente un orgullo adicional en mencionar como su segundo apellido lo que, hasta este momento, yo creía que era su peyorativo y vulgar sobrenombre.
El respaldo de más de 27 diputados a este nuevo intento de terminar de doblar nuestra maltrecha justicia y establecer un nuevo pacto de impunidad que terminará de una vez por todas de enterrar la precaria credibilidad institucional del país es útil solo para entender —ojalá de una vez por todas— quiénes conforman esta garulilla de maleantes, y así tenerlos bajo la lupa, a ver si —también, a fuerza de la costumbre— aprendemos a identificarlos para dejar de seguir considerando héroes a estos malhechores, quienes incongruentemente continúan siendo premiados en cada elección con la adulación y el voto de muchos panameños cómplices, por convicción, conveniencia o ignorancia.
Tratar de argumentar a fin de contradecir este exabrupto, que raya en la estupidez morbosa, no vale la pena y hasta da una pereza infinita. En su lugar, a fin de dejar un registro histórico adicional, prefiero terminar este escrito haciéndoles el favor a estos flamantes y “honorables” padres de la patria, mencionando los nombres de los 27 diputados que tuvieron la osadía y el descaro de respaldar esta propuesta vergonzosa, que afortunadamente -por ahora- ha sido frenada. Son ellos: Jairo “Bolota” Salazar (PRD), Ariel Vallarino (RM), Sergio Gálvez (RM), Flor Brenes (PRD), Lilia Batista (RM), Luis Eduardo Camacho (RM), Jaime Vargas (PRD), Arquesio Arias (PRD), Yesica Romero (CD), Yuzaida Marín (CD), Didiano Pinilla (CD), Alaín Cedeño (RM), Marcos Castillero (PRD), Gertrudis Rodríguez (RM), Tomás Benavides (RM), Orlando Carrasquilla (CD), Nelson Jackson (CD), Shirley Castañeda (RM), Néstor Guardia (PRD), Johan Guevara (Alianza), Edwin Vergara (Panameñista), Juan Díaz (suplente de Luis Omar Ortega) (RM), Abelardo Antonio (suplente de Leopoldo Benedetti) (CD), Benicio Robinson (hijo) (suplente de Benicio Robinson (padre)) (PRD), Víctor de Jesús Castillo (RM), Ronald de Gracia (RM), Isaac Mosquera (Molirena).
El autor es escritor y pintor.