¿Puede el turismo y la minería coexistir en el desarrollo sostenible de un país?



La percepción común coloca al turismo y la minería en lados opuestos del espectro del desarrollo sostenible, principalmente porque el primero depende de conservar paisajes naturales y culturales, mientras que el segundo implica la extracción de recursos. A pesar de esta aparente contradicción, las experiencias de República Dominicana sugieren que ambos sectores no solo pueden coexistir, sino que también pueden complementarse, aportando significativamente al desarrollo sostenible.

República Dominicana ha logrado posicionarse como un referente en la integración sostenible de la minería y el turismo. Según Jonathan Ruiz, científico ambiental de la Cámara Minera Petrolera de la República Dominicana (Camipe), la minería representa un pilar fundamental para el desarrollo social, ambiental y económico del país. Con exportaciones que contribuyen al 47.5% del total nacional, la industria minera también se destaca como un generador clave de empleo, con salarios que duplican el promedio nacional.

Un evento organizado por Camipe, con la participación del difunto expresidente de Chile, Sebastián Piñera, resaltó la minería como una gran oportunidad para América Latina, enfatizando el enfoque en una “minería responsable” que busca maximizar beneficios económicos minimizando impactos ambientales.

Para el 2023, República Dominicana cuenta con 120 minas, 4 de ellas de minerales metálicos y de cielo abierto y al mismo tiempo ese año rompió récords al recibir 10 millones de turistas, evidenciando que es posible un equilibrio entre desarrollo minero y turístico, y sobrepasando las cifras previas a la pandemia.

Panamá muestra un contraste, con la minería como el sector de mayor crecimiento desde 2019, representando el 5% del PIB, 75% de las exportaciones y generando más de 40,000 empleos. El Turismo, que genera unos 100,000 empleos directos e indirectos, sin embargo, ha sido el sector con la recuperación más lenta post-pandemia, con un decrecimiento de -28.8% según reportes.

Adicionalmente, al inicio de este año se reportó la primera caída de pasajeros en Tocumen desde la pandemia, y el gobierno anunció el recorte del 50% en el fondo de promoción turística.

Estos datos comprueban que el turismo en Panamá está lejos de cubrir el vacío económico dejado por el cese de operaciones de la mina, pero la experiencia dominicana ofrece valiosas lecciones sobre cómo podemos lograr una coexistencia armónica de ambos sectores, enfatizando la importancia de políticas públicas claras y proactivas para lograrlo.

Tanto el turismo como la minería tienen sus focos de desarrollo en el interior, donde bien desarrollados pueden generar empleo formal y fomentar el crecimiento en zonas lejos de la zona canalera donde se concentra el 85% del PIB de Panamá.

En conclusión, no debemos escoger entre una y la otra, la minería y el turismo pueden, y de hecho deben coexistir en Panamá para lograr el crecimiento económico y generación de empleos que tanto necesita el país en estos momentos.

La autora es experta en turismo y comunicaciones y vocera de Minera Panamá


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