El análisis de las operaciones de la Caja de Seguro Social (CSS) es en extremo complicado, aún para los que manejamos números; no es fácil de entender. Por fortuna, hay algunos ciudadanos sin agendas ideológicas dogmáticas (de izquierda o de derecha) que hacen esfuerzos serios por explicar el anteproyecto y las opciones para mejorarlo. La Prensa ha hecho un especial esfuerzo en ese sentido, incluyendo opiniones de todos los sectores.
En mi vida profesional muchas veces he afrontado situaciones como esta y he encontrado un método que me ha funcionado relativamente bien. Primera acción: siempre procurar simplificar el problema… y luego simplificar las opciones de posibles soluciones.
Comencemos por preguntarnos: ¿es necesario hacer cambios en la Ley de la CSS… o es posible volver a patear la lata como lo ha hecho la gran mayoría de los gobiernos anteriores? Sí… ¡es necesario actuar…y ya! Las reservas ya se extinguieron, y como país no podemos poner en riesgo las jubilaciones. Sencilla y simplemente, la única posición inaceptable para el país y todos los panameños es el estribillo “abajo el proyecto”…”a retirar el proyecto” o “paralicen el proyecto”. ¡No!...simplemente no es opción… y punto.
Resuelto esto, ¿qué cosas del anteproyecto se deben variar? Hay muchos detalles que hay que atender. Por ejemplo: ¿cuáles artículos garantizan un cambio radical hacia la humanización de los servicios de la Caja?... ¿cuáles artículos en la propuesta logran cambios radicales en la operatividad eficiente?.. ¿cuáles cambios radicales se proponen para la operatividad en la Junta Directiva?... ¿cuál ente regulador supervisará la operación y racionalidad de la Caja?... ¿cómo se hace para garantizar que los aproximadamente mil millones que pondrá el gobierno se cumplan sin alteración todos los años, y qué consecuencias habrá si en un futuro el Presidente y el Ministro de Economía (sean quienes sean) no cumplen con la obligación del gobierno? (luego de la reforma de Martín Torrijos los gobiernos incumplieron los compromisos que adquirieron).
Hay así muchos ajustes necesarios y el Presidente ha aceptado que habrá que atenderlos y resolverlos durante los Primer y segundo debate en la Asamblea.
Ahora, hablemos de la parte política del asunto:
Primero: hay que agradecerle al Presidente el haber afrontado responsablemente el problema y que haya presidido personalmente el proceso pagando todos los “costos políticos”. Igualmente, hay que felicitarlo por el momento escogido y, sobre todo, por haberle puesto calendario de ejecución.
“Calendario” no significa “imposición”, sino un acto de valentía frente a todos los que irresponsablemente prefieren “patear la lata”.
Segundo: en el potencial reparto de sacrificios económicos que plantea la propuesta, la balanza se inclinó más hacia los empleadores, y casi nada hacia los empleados (victoria desde el inicio para los grupos sindicales).
Tercero: el sacrificio del necesario cambio de la edad de jubilación se postergó 7 años y poco se acerca a la realidad de lo que actualmente gozamos (personalmente yo, por ejemplo, he cobrado 10 años más que lo que indican los cálculos actuariales en cuanto a la expectativa de vida… ¡está claro que de esta forma ningún sistema de pensiones puede sobrevivir financieramente!.
Siendo así las cosas, y en resumen, el Presidente ha presentado un anteproyecto que podrá calificarse como políticamente “venial”.
El nombramiento de Dino Mon puede gustar o no, pero, sin lugar a dudas, es uno de los mejores actuarios del país, y entiende cómo tienen que funcionar los números para que la CSS sea viable; conoce la Caja y no es político partidario. A mi parecer, sin duda alguna, es uno de los panameños más preparados para este complicado puesto. En conclusión, la mesa está servida, con un montón de positivos, listo para ajustes y su final e histórica aprobación.
Ahora es responsabilidad de todos trabajar en los ajustes necesarios para alejar al país del precipicio financiero en el que se encuentra, aprobando la ley de reformas a la CSS.
Todos tenemos ajustes que quisiéramos ver en el proyecto final, pero también todos queremos salvar a nuestra CSS. Este año nos toca a todos y cada uno de nosotros poner nuestro granito de arena y lograrlo. ¡Simple y sencillo!
El autor es fundador de La Prensa.