TORTOLITOS. Ya lo dijo Orwell: todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros... Y en la Asamblea Nacional, se perfila Yanibel Ábrego como próxima secretaria general, ocupando así el cargo que ahora mismo ostenta su cónyuge, Quibían Panay. RM tiene 194,736 miembros y CD, 294,581. ¿Acaso no hay más nadie en estos colectivos que siempre nombran a la misma gente?
VAGANCIA. La Asamblea Nacional sigue sumida en su propia resaca postelectoral. Desde que acabaron las sesiones ordinarias, el pasado 30 de abril, la única comisión legislativa que se ha reunido para sesionar es la de Presupuesto y lo hizo solo en una ocasión. ¿Será que esta gente no sabe que el mandato se les termina el 30 de junio?
ACCESO A INFORMACIÓN. En momentos en que se necesita transparencia y claridad, porque tienen en sus manos al menos 17 curules, los juzgados electorales se niegan a dar información básica sobre los procesos. Información sencilla como en qué despacho están radicadas las impugnaciones no es pública con la excusa de que es información privativa de las partes. La elección de los diputados y quienes ocuparán las curules finalmente es cuestión de todos. Se llama transparencia.
SECRETISMO. Algunos diputados electos no han podido conocer el contenido de la demanda de impugnación presentada en su contra, pese a que en muchos casos es evidente que ni en la Tremenda Corte los aceptarían. Un insulto más de la jurisdicción electoral.
OBVIO. Hablando de las impugnaciones, es poco probable que Huevín Ruiloba Pineda y Zulay Rodríguez se presentaran casi de manera simultánea para impugnar a todos los diputados electos de San Miguelito, menos a Huevito Pineda y al Pino en Pote. Cuesta no pensar que todo esto forma parte de un movimiento articulado desde la Embajada de Nicaragua. Por lo visto, la coalición Vamos se ha convertido en el cuco de muchos.
