DISCURSO PRESIDENCIAL 1. El 2 de enero, en su discurso ante la Asamblea, el presidente Mulino abordará el tema de la mina de cobre. ¿Nos dirá cómo va a eludir el tema de la moratoria minera? ¿Si habrá concesión o no? Y si no la habrá, ¿convocará una licitación para la explotación del recurso o lo hará a dedo? Y si el proyecto va, ¿Panamá tendrá que pagar por las inversiones que ha hecho First Quantum? Y la pregunta de los millones: ¿cuánto le pagará el Gobierno por extraer los minerales?
DISCURSO PRESIDENCIAL 2. ¿Debemos esperar que nos diga quién supervisaría las actividades de la minera? ¿Cómo se le pagará a la minera: en efectivo o con cobre? ¿Cómo se utilizarán los fondos que genere la mina? ¿Se contratará una empresa para monitorear la posibilidad de contaminación? ¿Y cuándo nos darán a conocer el contrato —seguramente ya elaborado y revisado— para la explotación del recurso? ¿Por cuánto tiempo será ese contrato? ¿Tendrá algún papel la Asamblea Nacional en todo esto?
‘GABY MAKAROFF’. El diputado suplente Gabriel Solís mantiene una campaña electoral casi permanente en redes, por lo que parece que buscará la curul en 2029. Como su padre, el excontralor Gerardo Solís, conduce una moto que hizo filmar —por tierra y aire— comparándola con la vida, como Makaroff con su bici en su canción “Tranqui Tronqui”. Sus “profundas” reflexiones, empero, no tienen nada que envidiarle al “borracho de la arbolada”. En las pendientes “trambólicas… hay que saber subir y bajar…”, pero parece que nada ha aprendido del caótico descenso de su padre.
ERRORES CONSISTENTES. La propuesta de la alcaldesa Stefany Peñalba de un rediseñado mirador del Canal, donde antes estaba el demolido monumento a la inmigración china, es otro disparate y en nada apacigua la avalancha de críticas en su contra. Es mejor disculparse y reponer el monumento… y luego, salga a dar un paseíto en su lancha municipal, a ver si aclara sus ideas y salva lo poquito que le queda de su carrera política.
OPORTUNISMO. También en redes sociales le han caído a la Cancillería y al alcalde Mayer Mizrachi quienes, con lindas palabras, se solidarizan con la comunidad china, pero proponen construir el monumento en otro sitio. Es decir, quizás no estén de acuerdo en la forma en que se ejecutó la destrucción, pero sí en que no puede estar más en uno de los extremos del Canal de Panamá. ¿Se puede ser más hipócrita?

