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Ucrania y Venezuela



Muy poco escribo yo en este medio digital, pero es necesario explicar un poco lo que está pasando en el mundo, sobre todo en Ucrania y Venezuela. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) organizó y planificó durante más de 30 años, desde la caída de la Unión Soviética, una guerra entre el número uno, Rusia, y el número dos de ese Estado, para lo cual utilizaron un lavado de conciencia a la población, haciéndole ver a los ucranianos que toda su tragedia política y económica es culpa de Lenin, Stalin, Nikita, Brezhnev, etc.

Se desató una ola propagandística para romper con Rusia y hacer un estado independiente. Fue así como Gorbachov les dio su independencia sin guerras ni muertos, y desde ese momento los militares de la OTAN entraron en ese país para prepararlo militarmente para una guerra. Sin descanso, llevaron militares de Estados Unidos, Francia, Inglaterra y toda la Unión Europea, haciéndole ver que Víktor Yanukóvich era un títere de Moscú, como si hoy Zelenski no fuera un títere de la OTAN.

De allí se ve claramente el veneno introducido por la propaganda militarista de Europa. Antes, trataron de tumbar a Leonid Kuchma porque se negó a entrar a la OTAN; posteriormente, Yanukóvich también dijo públicamente en Suiza que Ucrania nunca sería de la OTAN, sino una amiga de Rusia. Como eso no le gustó a la Unión Europea, organizaron el Maidan, o sea, la revolución de colores, para tumbar a Yanukóvich, lo que al final lograron sacándolo del poder.

Nombraron a una mujer interina, luego convocaron a elecciones y ganó Píotr Poroshenko, quien inició una política de fascismo puro basada en las ideas de Stepán Bandera, un ucraniano que apoyaba a los nazis en los años 40. En esa votación de 2014, también ganó la Alcaldía de Kiev el comediante, travesti y homosexual Zelenski, quien era un cómico de televisión sin ninguna experiencia política ni militar.

Además, con este nuevo gobierno se aprobó una nueva constitución que establecía un solo país, una sola lengua. Empezaron a prohibir el idioma ruso en Kiev, obligaron a los rusos del este de Donbás, Lugansk y Donetsk a hablar solo ucraniano y apoyar al gobierno de Poroshenko. Como esa zona del este está poblada en un 90% por rusos, ese pueblo empezó a apoyar a Putin y de allí vino el odio de Kiev contra el este, y les decían: “Si ustedes son putinistas, váyanse para Rusia y dejen nuestras tierras”. Así fue como empezó una guerra cuando desde Kiev empezaron a lanzar misiles Neptuno hacia Donbás, durante 2014 y 2015, lo que llevó a Moscú a tomar la decisión de negociar esas tierras y se firmó un acuerdo en Minsk, Bielorrusia, con la garantía de Angela Merkel, pero Ucrania no cumplió. Se volvió a otro acuerdo de paz para evitar una guerra: los acuerdos de Minsk 2015.

Lo cierto es que después Angela Merkel aceptó que engañaban a Rusia y siguieron disparando misiles contra los rusos de Donbás. Lo cierto es que 14,000 rusos murieron producto de ese ataque y lo llevaron a la ONU. La ONU, lógicamente, no hizo nada hasta que la población del este le pidió a Putin que los defendiera de los ataques, y los militares ucranianos, casi medio millón de fuerzas, iban a invadir el este. De allí, Rusia decidió intervenir con un plan que llamó “Operación Militar de Seguridad”. No la llamó una guerra, sino desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.

Hasta la fecha de hoy, Ucrania lo ha perdido todo, no ha recuperado nada, sino que 18 millones de personas han huido como refugiados a Europa, han perdido un millón de personas, sobre todo varones del ejército del batallón Azov, han perdido varias provincias o regiones como Lugansk, Donetsk, Mariúpol, Melitópol, Jersón, Zaporiyia, Nikolaev y Odesa, que ya serán sin duda regiones rusas. Serán ciudadanos rusos que no desean ser ucranianos, y falta la ciudad de Járkov, que también será rusa para recibir gas y petróleo más barato. Le conviene más ser vecino de Rusia que comprarlo más caro a Occidente, de allí que no tiene ventajas de ser ucraniano.

Ucrania ha recibido como 350 mil millones de dólares en ayuda de la OTAN y 40 países del mundo dándole dinero, armas y tanques, pero no han podido vencer el poderío del ejército de Rusia, mucho más preparado, con mayor tecnología aérea y con más misiles muy poderosos como el Kalibr, Kinzhal, Sarmat, Poseidón, Iskander y otros, con más satélites custodiando el territorio. Por lo que también han muerto más de 250 mil mercenarios libios, sirios, iraquíes, tayikos, kurdos, etc., de muchas partes del mundo pagados para servir en una guerra organizada desde afuera.

Se puede decir que el arma mortal de Rusia ha sido el grad, o sea, granizo, que es una bola de fuego de fósforo blanco que mata todo lo que camina por tierra y quema el oxígeno, de allí que la OTAN está sorprendida con esta arma que no conocía, y por eso no entrarán fuerzas de Europa. Más bien han dejado abandonado a Zelenski, más que todo porque Biden perdió la candidatura y su partido lo bajó por incapacidad mental, razón por la cual es una guerra perdida.

Lo que pasa en Venezuela es más o menos parecido y se ha tratado de envenenar al pueblo contra el gobierno a través de una campaña masiva de propaganda contra Caracas a fin de derrocar al presidente. Pero el caso lo asumió la Corte Suprema y se ha contado la totalidad de votos, el 100%, y se demostró que no hubo fraude, que el gobierno ganó con 52% de los votos, la oposición sacó 48%, 44% Edmundo González y 4% o 5% sacó el resto de 10 candidatos que corrían, con 38 partidos políticos. Hasta un opositor, Henrique Capriles, no lo apoyó, sino que postuló a otra persona, siendo Capriles quien más votos sacó frente a Hugo Chávez, un 45%, y Hugo sacó 55%.

En el caso de Edmundo, es un comerciante de 74 años, vive en Miami, no tiene tanto calor popular, pero sacó más votos que Corina Machado, que había sacado 3 millones en la primaria de oposición de 6 millones del padrón electoral que tenían, o sea, la mitad de los inscritos. Edmundo sacó 5.5 millones y Maduro sacó 6.5 millones, es decir, el chavismo, que una vez tuvo 9 u 8 millones de inscritos, esta vez bajó su porcentaje y se calcula que 3 millones no acudieron a votar. Solo votaron 12 millones de 21 habilitados para votar de una población de 33 millones, lo que indica que 9 millones no votaron. Sumándole también que la oposición tiene 8 millones fuera del país que tampoco por ley pueden votar o no habilitaron su voto electrónico. Lo que indica que la oposición se ha organizado solo en la guarimba o la lucha callejera, de incendiar carros, oficinas, escuelas, hospitales, y esa táctica no es la correcta. Eso agrava la lucha de clases, hunde más la economía nacional y no define un propósito político futurista.

El autor es abogado.


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