Dorit Benzión tiene 57 años, y desde 1975 vive en un edificio de cuatro pisos ubicado en Calle 44 Bella Vista.
Desde el tercer piso de ese edificio ha visto crecer no solo a su hijo sino a su barrio. Y a ella, como a otros muchos residentes del sector, el boom que ha alcanzado a Bella Vista no es positivo. “Antes no había tranque. Ahora parece que todas las horas fueran pico. Antes no había bulla ni inseguridad. Ahora construyen de noche, y el bullicio es tal que no se puede ni dormir”.
Las modernas construcciones, que han reemplazado históricas obras, son el dedo sobre la llaga para los moradores de Bella Vista. “Se llevaron las historias del barrio, y cambiaron la arquitectura de valor, las tupidas palmeras y las mansiones bellísimas por construcciones horribles. Solo falta que tumben el Parque Urracá para hacer condominios”, dice visiblemente indignada Benzión.
Raisa Banfield, secretaria de Alianza Pro Ciudad, concuerda con ella. “En este aniversario podríamos llorar la destrucción de uno de los barrios con mayor riqueza urbanística y arquitectónica que tenía la capital. El desarrollo mal entendido ha destruido parte de nuestra identidad”, dijo Banfield.
Mayín Correa, quien fue representante de Bella Vista desde 1978 hasta 1984, recuerda que en esa época no había oficinas, estaciones de policía, juntas comunales ni comités de barrio. Tampoco, cuenta, había tantas cantinas, apartamentos o casinos. “Se ha destruido la Bella Vista que conocí, el concepto familiar de barrio. Esa era la cara bonita de Panamá. No se ha respetado en lo absoluto la historia y la herencia de país. Se han dado permisos a lo loco, dándole paso a la construcción de monstruos alrededor de los parques”, opina Correa.
Benzión, Banfield y Correa no son los únicos que sienten que el cambio ha sido perjudicial. En 2004, la Asamblea Nacional rechazó un proyecto de ley que declaraba, a Bella Vista y a La Exposición como Conjunto Monumental Histórico, autorizando a las autoridades a reemplazar obras de valor histórico por altos edificios de vidrio. Desde entonces la sociedad civil se ha manifestado en protestas, acciones de recolección de firmas y charlas, con la intención de mostrar su firme oposición a la eliminación de la memoria histórica del barrio.
Pero las autoridades aseguran que el crecimiento es respetuoso con la historia. En esa línea se pronuncian Rosa de Moreira, jefa de aprobación de planos de Ingeniería Municipal, y Virgilio Crespo, representante de la Junta Comunal de Bella Vista. Aun cuando, según información proporcionada por la propia Moreira, se han otorgado 419 permisos de construcción de obras residenciales, comerciales y de oficinas en Bella Vista entre 2007 y lo que va de 2008, ella opina que el crecimiento ha sido “positivo”, justificándose en que “el crecimiento vertical es una solución de vivienda”.
Crespo, aduce que “el corregimiento está en pleno desarrollo y evolución”.
