¿Es un alborotador o es un viejo de acero?, ¿un revolucionario? o ¿un idealista?, se preguntan algunos. Eladio Fernández es un luchador que sueña con que el gobierno le haga caso y le mejore la calidad de vida a los 153 mil 380 jubilados que tiene el país, a través de un incremento de 40 dólares a sus pensiones.
Pero su lucha no es de ahora. El primer capítulo de la historia de Eladio surgió en 2001 cuando Mireya Moscoso era presidenta de Panamá. Era junio de 2001 y los periódicos todos los días hablaban de los "viejitos" que protestaban en la Plaza 5 de Mayo. Igual que ahora, en ese entonces pedían un aumento de 40 dólares. En julio de ese mismo año, Moscoso les dio el aumento: 10 dólares.
Cinco años después los jubilados volvieron a la Plaza 5 de Mayo nuevamente liderados por Eladio Fernández, pero ahora dicen tener más fuerza que nunca y están decididos a "morir en la calle".
EL MALETÍN
Por esa causa a él se le ve a diario en los periódicos y en la televisión. Combativo y carismático porta siempre consigo un maletín negro donde lleva el recuento de sus luchas. Recortes de periódicos donde los jubilados son noticia, expedientes de casos que involucren a su gente, una edición de la Constitución de la República, la Ley orgánica de la Caja de Seguro Social y un ejemplar de El Veterano, el periódico de los jubilados que no sobrevivió por falta de dinero, le hacen peso a su maleta.
Usa siempre una gorra bebop, porque dice que le trae suerte, y asegura que su sagacidad la aprendió de la época en que le sirvió de guardaespaldas a los presidentes Roberto Chiari y Marcos Robles, en la década de 1960. En ese entonces formaba parte de las unidades de la Dirección de Información e Investigación Policial.
ELADIO Y OMAR TORRIJOS
Pero también estuvo muy cerca del general Omar Torrijos. Eladio cuenta que su madrastra trabajó con Eusebia Herrera, tía del general, que vivía en la Calle 15 de Santa Ana. Los Torrijos llegaban a la capital y se alojaban en casa de ésta, y allí estaba Eladio en medio de todo. Más adelante su madrastra se hizo amiga de Monchi Torrijos y le hizo una promesa: que si su hermano el general alcanzaba el poder, vendrían buenos tiempos. Y así fue, Omar Torrijos subió al poder y Monchi Torrijos le ayudó a la madrastra de Eladio a conseguir una casa en San Miguelito. Los vínculos no terminaron allí, pues Eladio y su familia siempre tuvieron acceso al general sin necesidad de intermediarios.
¿Qué hay de la familia de Eladio Fernández?
Estoy casado con otra jubilada. Tengo una casa en Altos de Las Acacias, en Juan Díaz. Y tengo 14 hijos bien preparados (un economista, una química, un meteorólogo, un administrador de empresas, un estadístico, un profesor de geografía, una tecnóloga en farmacia...).
¿Cómo se involucró con la causa de los jubilados?
En el 2000 cuando me enteré que había un señor llamado Rafael Medina que se hacia pasar por el defensor de "los viejitos" y se estaba lucrando con lo que era de ellos, me llené de ira y decidí que me involucraría en la causa para defenderlos. Empecé mi campaña hablando por Radio Libre y otras emisoras en contra de los abusos que cometían con los retirados.
¿Cómo nació la Asociación de Jubilados Independientes?
Ante todo, la asociación está primero que Frenadesso. En 2001 la inscribimos para obtener la personería. Nos tardamos seis meses en hacerlo porque no teníamos secretario para la junta directiva y entonces tuvimos que emborrachar a un viejito para que aceptara.
¿Qué haría Eladio si fuera Presidente?
Llamaría a una constituyente para redactar una nueva Constitución que pusiera fuertes condenas para los funcionarios corruptos, como acaba de suceder por allá en Suramérica o como sucedió en Nicaragua con Arnoldo Alemán.
Usualmente, ¿qué lee?
Leo textos de derecho internacional y yo he hecho un montón de escritos, el primero fue en 1950 en La Estrella.
Soy seguidor de las ideas del político colombiano Jorge Eliecer, que fue asesinado en abril de 1948. También he leído libros de Fidel Castro y algunos clásicos de la literatura inglesa.
CON ALMA REVOLUCIONARIA
PERFIL: Eladio Fernández tiene 79 años y cumple 80 el 26 de diciembre. Tiene una licenciatura en relaciones internacionales de la Universidad de Panamá y es profesor de segunda enseñanza. Casi no se gradúa porque sus labores como policía no le dejaban tiempo para los estudios; dejó la universidad y años después coincidió con sus hijos en las aulas.
Tiene alma revolucionaria y se considera un hombre recto y justo. La educación de sus hijos da fe de ello.
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