Giovanelli Marconi, príncipe y nieto del padre de la radio

Giovanelli Marconi, príncipe y nieto del padre de la radio


Flor Mizrachi Angelflor@prensa.comPoco se ha oído en Panamá sobre el príncipe, historiador y escritor italiano Guillermo Giovanelli Marconi, aunque en los países europeos su nombre es emblemático.

Es el último descendiente de dos familias reales italianas: la Giovanelli y la Marconi. Su abuelo materno, Guillermo Marconi, es considerado el inventor de la radio y fue premio Nobel de Física en 1909.

Giovanelli Marconi visitó Panamá por primera vez esta semana. A su paso conoció a varias autoridades, con quienes conversó sobre la posibilidad de crear una organización cultural entre ambos países.

>>> Hay pocos países que no ha visitado: los africanos, China, Japón e India. Panamá estaba en esa corta lista hasta hace una semana. ¿Qué aspectos de este país lo atrajeron?

Luego de inventar la radio, mi abuelo pasó mucho tiempo en Centroamérica y Canadá. En Uruguay hizo una de las primeras emisoras de la región. A Panamá vino a vacacionar en la década de 1920. Es interesante y fascinante, en cuanto a comunicación, ser un país puente entre dos océanos. Vi el Canal, donde está la verdadera comunicación. Esa era la visión de mi abuelo.

RESPONSABILIDAD MORAL

Giovanelli Marconi, por ser el último descendiente de la familia Marconi, siente que sobre sus hombros recae la responsabilidad de mantener vivo el legado de su abuelo materno.

Aunque tiene un doctorado en economía, monta caballo y se dedica a los bienes raíces y al manejo de la viña Marconi, en Italia, confiesa que su “pasión” es la historia. Escribe en varias revistas europeas, y gran parte de su tiempo lo empeña en conferencias, seminarios, y actos en honor a su abuelo.

Es uno de los directores de la Fundación Guillermo Marconi en Estados Unidos, y colaborador en la fundación (del mismo nombre) en Italia. “Sin fines de lucro, nos dedicamos a contar la historia y a dar becas a estudiantes interesados en las telecomunicaciones”, dice.

>>> Durante su visita a Panamá participó en los actos del aniversario de la fundación de Panamá la Vieja, donde conversó con el presidente Martín Torrijos y el vicepresidente Samuel Lewis Navarro, entre otras autoridades. Además, durante su estadía conoció al viceministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Durán, a la primera dama, Vivian Torrijos, al presidente de la Asamblea Nacional, Pedro Miguel González, al nuncio, Giambatista Di Quatro, y a la rectora de la Universidad de las Américas, Berta de Torrijos. ¿Conversaron sobre algún proyecto en específico?

Conversamos para crear una asociación cultural y de amistad entre ambos países, para que se le dé importancia a la enseñanza de la cultura y la historia. Roma, donde yo vivo, tiene asociaciones con Brasil, Argentina, China y otros países, pero no con Panamá. Muchos siguen viviendo en la época barbárica porque no tienen acceso a la información.

>>> ¿Y en qué quedaron?

Me dijeron que me avisarían.

EL ÚLTIMO DESCENDIENTE

En Italia, a diferencia de Panamá, el Gobierno no permite, salvo en casos excepcionales, el cambio o la unión de apellidos. “En Italia se permite unir el apellido paterno con el materno solo en casos especiales. Solo por razones de cultura e historia, o cuando uno es el último que queda de la familia”.

>>> ¿Por qué tiene el título de príncipe, si en Italia ya no hay monarquía reinante?

Hasta 1946 en Italia había monarquía. Ese año se hizo un referendo para elegir monarquía o república. Ganó la república, y aunque no está legalmente aceptado, cultural e históricamente sigue habiendo reinado. Seguimos, por ejemplo, viviendo en palacios.

>>> Una búsqueda en internet revela que usted es uno de los 20 hombres más cotizados de Europa...

Sí, otros lo decidieron, no yo. Bueno, como no estoy casado ni tengo novia...

>>> ¿No ha considerado mudarse de Europa por la crisis económica que se vive allá?

No. En algunos lugares de Italia la crisis es preocupante, pero en Roma y Milán no.

UN INVENTO CONTROVERSIAL

>>> El invento de su abuelo tiene muchas críticas. Se le aduce, por ejemplo, que el primer transmisor de telegrafía sin hilos que construyó en 1895 tenía poco alcance.

Sí. Sus críticos dijeron que la distancia de comunicación por radio que él descubrió era muy corta, que no iba a funcionar para largas distancias. Dijeron que jamás cruzaría el océano ni el horizonte.

>>> Otros investigadores, como el profesor español Ángel Faus, aseguran que 11 años antes de que su abuelo transmitiera voces sin la necesidad de cables, el comandante español Julio Cervera Baviera ya lo había logrado. Incluso en otros países, como Rusia y Francia, no reconocieron su patente.

Mi abuelo registró la primera patente en 1896. El primero que registra la patente es el inventor. No lo niego: otras personas hicieron investigaciones sobre el mismo tema en el mismo periodo, pero no llevaron a la realidad sus teorías.

>>> El próximo año se celebra el centenario del premio Nobel que recibió su abuelo...

Sí. Y haberlo recibido ha sido otro factor indiscutible para afirmar que sí fue el inventor de la radio. La primera celebración será el próximo 9 de septiembre, en Australia. Ahí montarán obras de teatro acerca de la vida de mi abuelo.

>>> Su abuelo dijo un año antes de morir, en 1937, que su invento era para beneficio de la humanidad, no para su destrucción. ¿Sin la invención, de qué cosas piensa usted que la humanidad fuera mejor?

Lo dijo refiriéndose a la bomba atómica. Para mí, los “misiles inteligentes” no son nada inteligentes. Hay técnicas médicas, como el aborto, que son regresión, no progreso.

>>> ¿Qué inventos representan progreso?

La radio, la penicilina, los antibióticos...

>>> ¿Y la internet?

Otro buen ejemplo, para los que lo pueden acceder. Pero hay un problema: la censura. No todas las noticias de China, por ejemplo, nos llegan. Otro de los problemas es el abuso de exposición. Información confidencial, sexo, fotos...

>>> ¿Qué cosas nos faltarían hoy si la radio no existiera?

Primero, el hombre jamás hubiese llegado a la Luna, porque Neil Armstrong se comunicó con la Tierra por radio. Tampoco se hubiesen salvado 700 personas cuando se hundió el Titanic. Esa fue la primera nave con cabina de radio a bordo, y después de ese accidente se hizo obligatorio tener radios en todas las naves. En medicina muchos estudios de cáncer se hacen con ondas de radio. Pero además no tendríamos teléfonos, televisores, celulares ni Ipod.

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