El presidente de la República, José Raúl Mulino, aclaró su postura sobre el proceso que planea implementar para reformar la Constitución de Panamá. En su conferencia de prensa de los jueves, el mandatario afirmó que “la constituyente paralela no es constituyente” y que la originaria no tiene por qué alterar el orden del país.
“Eso ha sido el cuco con que se ha vendido ese tema por parte de quienes desconocen o desconocen a propósito”, declaró.
El mandatario tomará en cuenta el artículo 2 de la Constitución, disposición que dice lo siguiente: “El poder público sólo emana del pueblo. Lo ejerce el Estado conforme a esta Constitución lo establece, por medio de los Órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial, los cuales actúan limitada y separadamente, pero en armónica colaboración.”

Mulino, quien llegó al poder el pasado 1 de julio, anunció que a partir de enero próximo se iniciará un proceso “de alfabetización constitucional” con el fin de que el país entienda qué implica “una verdadera constituyente”. Este proceso, explicó, será el primer paso en el camino hacia la adopción de una nueva Constitución Nacional.
De acuerdo con los planes del gobernante, su proyecto incluirá debates y una convocatoria a una elección, y la adopción, a finales de su mandato, de una nueva Constitución. En sus declaraciones, Mulino enfatizó que este proceso no interferirá con el orden del Estado ni con los períodos de los actuales funcionarios. “No se va a meter con ningún orden del Estado, ni a botar a nadie, ni le va a interrumpir los períodos a nadie”, aseguró.
Mulino también se refirió a quienes están preocupados por el impacto del tema en el clima de inversión en el país. “¿Hay peor clima propicio para la inversión que el que hemos tenido? No, y el país sigue adelante”, expresó.
Finalmente, el presidente Mulino expresó su deseo de ser recordado como el mandatario que reformó el Estado panameño. “Quiero pasar a la historia como el presidente que reformó el Estado panameño. No va a ser a rajatabla”, concluyó.
Apede celebra
Giulia De Sanctis, presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede), recordó que desde hace varios años Apede ha estado a favor de un cambio constitucional e, inclusive, elaboró un proyecto al respecto, el cual debe ser revisado y actualizado.
“Celebramos el anuncio del Presidente de iniciar en enero un proceso dirigido a producir una nueva Constitución Política, así como su aclaración de que el proceso no va a interrumpir períodos ni suspender ningún orden del Estado, sino que se van a convocar elecciones para elegir a los constituyentes. En ese sentido, apoyamos la necesidad de una nueva Constitución cónsona con los nuevos tiempos y que profundice la institucionalidad democrática, dentro de un proceso transparente y participativo”, manifestó.

El intento fallido con la paralela
En marzo de 2021, el movimiento ciudadano Panamá Decide comenzó un proceso para recolectar 581 mil firmas para convocar a una constituyente paralela. Sin embargo, en diciembre de ese año anunciaron que no habían logrado la cantidad requerida.
El grupo sustentó una y otra vez que cambiar la Constitución, es la única vía para tener cambios en el Ejecutivo, la Asamblea y la Corte Suprema de Justicia.
El fracaso de la propuesta de Cortizo
Mientras que a comienzo de su mandato, Laurentino Cortizo (2019-2024) presentó un paquete de reformas constitucionales a la Asamblea Nacional que había sido preparado por el Consejo de la Concertación Nacional para el Desarrollo. Una vez en el Legislativo, el proyecto fue modificado para darle poderes a los diputados, entre otras cosas. A finales de octubre de 2019 la ciudadanía, principalmente grupos de jóvenes, se tomó las calles en protesta por las reformas y Cortizo se vio obligado a retirar la propuesta.

La originaria en la campaña
La constituyente originaria fue una de las promesas del actual mandatario. El asunto entró a debate a finales de la campaña política para las elecciones del 5 de mayo.
¿Cree José Raúl Mulino en una asamblea constituyente originaria? le preguntó La Prensa a mediados de abril de este año. Su respuesta fue: “Por supuesto, el que vota por mí vota por la constituyente”. En ese momento no dio detalles al respecto, lo que sí sonaron fueron las alarmas de un grupo de juristas.
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De acuerdo con el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia Harry Díaz, el asunto radica en cómo se ejecuta. “Para muchos, el poder constituyente originario es absoluto e ilimitado, y ahí radica el problema. ¿Poder ilimitado con la capacidad de suspender o cambiar a los tres órganos del Estado? Esto podría convertir al remedio en peor que la enfermedad. De más está decir que en manos inapropiadas es evidentemente riesgoso, por ejemplo, en manos de personas con tendencias dictatoriales”, planteó en aquel momento.
¿Cómo se cambia la Constitución?
De acuerdo con el analista Rodrigo Noriega, las reglas para cambiar la Constitución están estipuladas en los artículos 313 y 314 de la Carta Magna.

El jurista dice que cualquiera de los tres poderes del Estado –Ejecutivo, Legislativo o Judicial– puede proponer las modificaciones.
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Mientras que el artículo 314 de la Constitución dicta las pautas para el otro mecanismo: la asamblea constituyente.
De acuerdo con este principio, el Ejecutivo y Legislativo son los que pueden proponer una asamblea constituyente, lo que excluye al Judicial.

“Como gran novedad, este artículo permite una iniciativa ciudadana de recolección de firmas equivalentes al 20% del padrón electoral vigente el 31 de diciembre del año anterior a la recolección de firmas”, dice el jurista.

