El canciller Javier Martínez Acha aseguró este lunes que las autoridades están actuando con base en alertas claras y verificables en relación con los buques interceptados recientemente por Estados Unidos en el Caribe, entre ellos petroleros que enarbolaban bandera panameña y que fueron señalados por presuntas irregularidades y vínculos con actividades ilícitas.
Martínez Acha explicó que, desde la perspectiva de Panamá, se cuenta con información que demuestra que los buques involucrados no han respetado la legislación marítima nacional ni las normas internacionales.
Detalló que estas embarcaciones presentaron múltiples anomalías, como la desconexión deliberada de los instrumentos de localización, cambios de nombre y discrepancias en las identidades de los tripulantes, factores que constituyen señales de alerta para la Marina Mercante panameña.
“Todas estas variables son alertas que nos fuerzan a tomar decisiones para que nuestro pabellón sea respetado y cumpla con todas las normas de nuestro país y del derecho marítimo internacional. Estamos actuando en consecuencia y seguimos estos incidentes muy de cerca para tomar la decisión más apropiada en función de la información disponible”, sostuvo.
Las declaraciones del canciller se producen en medio de una serie de operaciones realizadas por fuerzas estadounidenses, que este domingo abordaron el petrolero Bella-1 cuando se dirigía a la costa de Venezuela, actualmente bajo un bloqueo marítimo impuesto por Estados Unidos. Se trata de la tercera incursión contra un navío en las inmediaciones de aguas venezolanas en el transcurso de una semana.
El Bella-1, de bandera panameña, se encuentra desde junio de 2024 bajo sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
De acuerdo con información oficial, el buque está vinculado a la empresa Louis Marine Shipholding Enterprises, señalada por Washington por presuntamente brindar apoyo financiero, material o tecnológico a la Guardia Revolucionaria de Irán.
Según fuentes citadas por Bloomberg, el petrolero realizaba maniobras de aproximación a la costa venezolana para cargar crudo al momento de la intervención.
Esta acción se suma a otros dos abordajes recientes efectuados por Estados Unidos: al petrolero Skipper, el pasado 10 de diciembre, y al Centuries, durante la noche del sábado al domingo.

