El reloj marcaba las 11:00 a.m. cuando el ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, ingresó al salón de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional. En su portafolio llevaba el documento más esperado de la jornada: el proyecto de presupuesto para la vigencia fiscal de 2026, calculado en 34,901 millones de dólares, la mayor cifra en la historia del país.
Casi siete horas después, al caer la tarde, Chapman aún respondía preguntas y defendía las proyecciones oficiales. La jornada se extendió hasta las 6:00 p.m., en un debate que transitó entre cifras, reclamos y advertencias de los diputados sobre los riesgos de la distribución de recursos en áreas sensibles para la población.
El proyecto presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) supone un incremento de 4,181 millones frente al presupuesto modificado de 2025. Según el ministro, la diferencia responde a compromisos “ineludibles” del Estado: pago de deuda, intereses y aportes extraordinarios a la Caja de Seguro Social (CSS), que presionan las finanzas públicas y marcan la ruta del gasto.
La Comisión de Presupuesto, presidida por el diputado Eduardo Vásquez, dio inicio al primer debate del Proyecto de Ley N.° 293, “Por el cual se dicta el Presupuesto General del Estado para la vigencia fiscal 2026.” pic.twitter.com/iJZURup7O0
— Asamblea Nacional (@asambleapa) August 20, 2025
En materia de inversión, Chapman resaltó que el plan contempla 11,151 millones de dólares, un aumento del 26 % respecto al año anterior y equivalente al 12 % del PIB. De ese total, 8,604 millones corresponden a inversión física, mientras que el resto se reparte en programas sociales como 120 a los 65 y Ángel Guardián, así como en proyectos de infraestructura, logística y equidad territorial.
El debate
Sin embargo, la exposición del ministro no disipó las críticas. El diputado Eliecer Castrellón, del partido Popular, cuestionó que se reduzcan partidas en sectores estratégicos como el agro y la vivienda. “Estamos hablando de 70 millones menos para el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y 50 millones menos para el Ministerio de Vivienda”, advirtió, al considerar que la propuesta no responde a las necesidades sociales ni productivas del país.
La tensión aumentó con la intervención del diputado Osman Gómez, del partido Alianza, quien defendió la presión de los diputados por recursos para sus circuitos. “Le guste a quien le guste, nosotros legislamos y pedimos para nuestros electores”, lanzó, en un mensaje directo sobre el peso político de las negociaciones presupuestarias.
La diputada Janine Prado, de la coalición Vamos, fue más allá y señaló que el presupuesto, aunque histórico en monto, deja preguntas sin responder. En particular, cuestionó la modificación planteada en las reglas de los traslados de partida, que permitiría que solo aquellos superiores a un millón de balboas pasen por la comisión.
“Con esta propuesta, además, se reduciría de 30 a 15 días el plazo para que un traslado quede aprobado automáticamente sin debate”, criticó Prado.

“No estamos de acuerdo; todos los traslados deben ser discutidos en la comisión, como lo establece la ley”. La diputada también expresó el malestar de colegas del interior, quienes denuncian recortes en la inversión provincial pese al aumento global del presupuesto.
Recorte en educación
El tema educativo ocupó un espacio crucial en la discusión. El diputado Jonathan Vega, también de Vamos, advirtió sobre recortes significativos en las universidades estatales. Según dijo, la asignación total será de 590 millones de dólares, 156 millones menos que en 2025.
La Universidad de Panamá, la más grande del país, perderá casi 78 millones de balboas, al pasar de 395.3 millones en 2025 a 317.5 millones en 2026. La Universidad Tecnológica también sufrirá un golpe: de 198 millones bajará a 144 millones, una disminución del 27 %, que, a juicio de Vega, afectará la capacidad de formación e investigación.
Mientras los diputados esgrimían cifras y preocupaciones, Chapman insistía en que el presupuesto de 2026 no solo cubre compromisos financieros, sino que apuesta por grandes proyectos de infraestructura. Mencionó la tercera línea del metro, el cuarto puente sobre el Canal, el túnel que atravesará la vía interoceánica y la expansión del corredor hacia las playas, además de estudios avanzados para el tren Panamá–David.
La defensa
“Estamos ante uno de los presupuestos de inversión más ambiciosos del país”, aseguró el ministro. “Panamá se coloca dentro del grupo de naciones con mayor proporción de inversión pública y privada respecto a su economía, lo cual nos da un lugar privilegiado en el contexto mundial”.
Pero el debate sobre los traslados de partida volvió a escena. Concluida la sesión de la Comisión de Presupuesto, Chapman defendió la propuesta de elevar el tope a un millón de dólares, argumentando que la intención es agilizar trámites, evitar cuellos de botella y dar respuestas más rápidas a la ciudadanía. “No es un capricho”, recalcó, “es producto de medir los tiempos y buscar eficiencia en el ciclo de trámites”.
Si algo quedó claro en la comisión es que el presupuesto de 2026 será un campo de batalla política y técnica. Para el Gobierno, es el plan más ambicioso de inversión; para la oposición, un proyecto que esconde recortes sensibles y abre la puerta a prácticas cuestionadas. El debate apenas comienza.


