La Comunidad chino panameña denunció la falta de diálogo y comunicación por parte de la Alcaldía de Arraiján y exigió una investigación formal tras la demolición del monumento que conmemoraba los 150 años de presencia de China en el país, ubicado en el Parque Mirador de Las Américas, ocurrida la noche del 27 de diciembre.
En un comunicado oficial, la comunidad expresó su enérgico y categórico repudio a lo que calificó como un desmantelamiento realizado sin notificación previa, sin consulta pública y sin comunicación formal con las organizaciones representativas de la comunidad chino-panameña, lo que —afirmaron— vulnera principios fundamentales de legalidad, transparencia, participación ciudadana y debido proceso.
El pronunciamiento señala que el procedimiento adoptado impidió la preservación y rescate de elementos patrimoniales, afectando el valor simbólico, cultural, histórico y social del espacio, que fue construido en 2004 para conmemorar los 150 años de la presencia china en Panamá y honrar el aporte de los primeros inmigrantes chinos al desarrollo del país.

Durante una conferencia de prensa, Esteban Cheung, vocero de la Asociación China de Panamá, explicó que desde junio de 2024 la comunidad intentó establecer comunicación con la alcaldesa Stefany Dayan Peñalba, pero que solo se logró una reunión el 12 de marzo de este año.
En ese encuentro, indicó, se solicitó la renovación por 20 años del uso del terreno y se presentó una propuesta de mantenimiento integral del parque.
Cheung detalló que dichas solicitudes fueron reiteradas en abril, junio y julio, tanto mediante documentos físicos como por correo electrónico, sin recibir respuesta alguna.

“La única reacción que tuvimos fue anoche, a través de una acción que consideramos arbitraria”, afirmó, al cuestionar además que la comunicación oficial se hiciera por redes sociales y no mediante una resolución formal.
“Nos preocupa que no hubo una resolución formal, sino un comunicado difundido por redes sociales, lo que representa una falta al debido proceso”, dijo.
El vocero también puso en duda el argumento de riesgos de seguridad esgrimido por la Alcaldía.
Señaló que hasta el día previo a la demolición el parque seguía recibiendo visitantes y turistas, pese a que desde marzo la comunidad había insistido en colaborar con su mantenimiento.
Ante este escenario, la Comunidad Chino Panameña anunció que solicitará una investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades administrativas, así como la reconstrucción del monumento en el mismo lugar, como símbolo de la memoria histórica y de la integración cultural entre Panamá y China.
“También pedimos la posibilidad de restablecer y reconstruir el parque en el mismo lugar, como corresponde a su valor histórico y simbólico”.

La demolición ha generado una amplia controversia. El Gobierno Nacional rechazó el procedimiento utilizado y ordenó la restauración inmediata del monumento en el mismo sitio, mientras que la Cancillería, el presidente José Raúl Mulino y la embajadora de China en Panamá, Xu Xueyuan, han expresado su rechazo a lo ocurrido y su respaldo a la comunidad chino-panameña.

