El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Herrera, y el contralor general de la República, Anel Flores, se reunieron este martes 16 de septiembre para abordar temas relacionados con el manejo de los recursos estatales.
La cita giró en torno a la necesidad de reforzar los mecanismos de control dentro del propio Legislativo. Uno de los puntos centrales fue la implementación de relojes biométricos de marcación para los funcionarios de la Asamblea.
La medida, según se explicó, busca garantizar el cumplimiento de la jornada laboral y disipar las sospechas de irregularidades administrativas asociadas a la figura de las llamadas “botellas”, un señalamiento que ha acompañado durante años a la institución.
Sin embargo, el registro biométrico por sí solo no es suficiente, ya que marcar la entrada no necesariamente asegura que el funcionario cumpla efectivamente con sus responsabilidades.

Herrera insistió en que su administración pretende fortalecer la imagen del Legislativo, una entidad históricamente cuestionada por la ciudadanía. Para ello, dijo, es necesario impulsar un trabajo legislativo que se perciba más creíble, transparente y cercano a las comunidades.
Flores, por su parte, reafirmó que la Contraloría mantendrá una supervisión rigurosa del uso de los fondos públicos en todas las instituciones del Estado, incluida la Asamblea Nacional. Recordó que la fiscalización es un mandato constitucional y que su despacho no renunciará a esa tarea.
Ambos coincidieron en que la recuperación de la confianza ciudadana pasa por garantizar la transparencia en la gestión pública. “El fortalecimiento de la institucionalidad debe convertirse en un pilar para el país”, remarcaron tras la reunión.
Las auditorías
Este año, la Contraloría inició un proceso de auditoría en la Asamblea Nacional como parte de sus funciones de fiscalización sobre el uso de fondos públicos. La revisión busca determinar posibles irregularidades en la administración de recursos y dar seguimiento a las denuncias ciudadanas que, desde hace años, cuestionan la transparencia de la institución legislativa.
La Contraloría divulgó recientemente los datos de las planillas de la Asamblea Nacional y reveló que, entre los diputados con mayor gasto en personal, se encuentra Benicio Robinson, presidente del Partido Revolucionario Democrático (PRD), con una planilla que supera los 261 mil dólares mensuales; seguido por los expresidentes legislativos Marcos Castillero y Jaime Vargas, con montos de 225 mil y 164 mil dólares, respectivamente.
También destacan Crispiano Adames, con 122 mil dólares, y la expresidenta de la Asamblea por el partido Realizando Metas, Dana Castañeda, con una planilla que ronda los 120 mil dólares. Estas cifras reavivan el debate sobre el uso de los recursos públicos y el histórico cuestionamiento ciudadano a la planilla legislativa.


