El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Herrera, ha adoptado la misma postura que su antecesora, Dana Castañeda, al mantener el pago de salarios a diputados suplentes, pese a los fallos de la Corte Suprema de Justicia que lo prohíben.
En abierta contradicción con el mandato judicial, la actual administración legislativa ha continuado emplanillando suplentes incluso después de las revelaciones publicadas por La Prensa en marzo pasado, que expusieron cómo esta práctica se ha convertido en una forma sistemática de evadir la ley dentro del propio órgano encargado de crearla.
Una revisión del medio a la planilla de la Asamblea encontró que al menos 52 de los 71 diputados suplentes del periodo 2024-2029 —un 73,2 % de todas las bancadas— fueron nombrados como asistente técnico parlamentario, asistente administrativo o asesor, todos con estatus de funcionario “eventual”.
La práctica de incluir diputados suplentes se mantiene de manera generalizada entre todas las bancadas. De los 19 diputados de la bancada Vamos, 14 figuran en la planilla; en Realizando Metas, 8 de 15; del Partido Revolucionario Democrático, 8 de 12; y en Cambio Democrático, 7 de 8. Todos los suplentes de la bancada Panameñista y de la Bancada Mixta (Alianza, Molirena, Partido Popular e Independientes) también figuran en la planilla. Por su parte, de los cuatro diputados suplentes de la bancada Seguimos (Independiente y Movimiento Otro Camino), 2 están registrados como empleados.
Nombramientos y aumentos
Actualmente, hay dos diputados suplentes menos que en marzo pasado, cuando aún Castañeda presidía el legislativo y aparecían 54 suplentes en la planilla de la Asamblea. Sin embargo, la lista también incluye dos suplentes nuevos.
Por ejemplo, figuran Kareen García, suplente de Alexandra Brenes, y Lidia Caballero, suplente de Eduardo Gaitán. Además, otros casos no solo permanecieron en la planilla, sino que recibieron aumentos salariales. Tal es el caso de Tatiana Morales, suplente de Carlos Saldaña, quien pasó de $2,300 a $3,000. En esa lista también están Grettel Garrido, suplente de Luis Duke, de $2,650 a $2,850; Iveet Vargas, suplente de Jorge González, de $1,800 a $2,000; y Margareth Pimentel, suplente de Lenin Ulate, de $3,000 a $3,500. Todos estos incrementos se registraron entre marzo y octubre de este año.

También se constató que varios suplentes que aparecían en la planilla en marzo ya no figuran en los registros más recientes. Entre ellos están Carlos Ho, suplente de Walkiria Chandler; Edilberto Guerrero, suplente de Paulette Thomas; y Roberto Barsallo, suplente de Ernesto Cedeño. Tampoco aparecen los suplentes de Yuzaida Marín (Abdiel Núñez) y Betserai Richards (Maylin Prince).

La defensa de Herrera
En entrevista con este medio, Jorge Herrera defendió la permanencia de los diputados suplentes en la planilla institucional. “Esta figura, como tal, no está dentro de la estructura, pero sí puede ser un funcionario dentro de la Asamblea de Diputados”, explicó.
Herrera reconoció que la Corte fue “muy enfática” al señalar que la figura del diputado suplente no debe aparecer dentro del organigrama institucional. Sin embargo, sostuvo que existe un margen para su contratación bajo otras denominaciones: “El fallo manifiesta que el diputado suplente, tipificado dentro del organigrama, no puede aparecer. Pero al final, el suplente es una figura que durante un proceso electoral acompaña al principal”.

El presidente legislativo justificó además la presencia de su propio suplente en la planilla: “Nosotros tenemos un suplente que está dentro de la Asamblea, cumple más de ocho horas de labores, participa en las comisiones y trabaja en proyectos comunitarios en el distrito de Aguadulce”, dijo. Agregó que esta figura cumple un rol de apoyo político y operativo.

“El suplente es un complemento dentro del organigrama de una estructura política electa en las elecciones respectivas”, afirmó Herrera, quien evitó pronunciarse sobre si la práctica podría contradecir el fallo vigente.

El desafío
Se trata de una práctica de vieja data. En el quinquenio pasado (2019-2024), de los 71 diputados suplentes, 66 estaban en la planilla del Legislativo, cada uno con un salario de $2,000 al mes como “asistente técnico parlamentario”, su supuesto cargo.

La Corte Suprema de Justicia (CSJ), a través de un fallo emitido el 10 de mayo de 2017, advirtió que los emolumentos de esos funcionarios solo serían otorgados cuando ocuparan la curul, durante las sesiones ordinarias o extraordinarias.
Durante la discusión en la Comisión de Credenciales el mes pasado sobre futuras modificaciones al reglamento interno de la Asamblea, un grupo de diputados suplentes solicitó que se incluyera la posibilidad de percibir un salario, debido al limbo jurídico en el que se encontraban tras el fallo de la Corte.

A pesar de que se trató el tema, la entonces presidenta de la Comisión, Dana Castañeda, y el grupo de asesores legales decidieron no incluir el salario de los suplentes en los cambios al reglamento, debido al precedente legal que lo prohibía. Sin embargo, tanto Castañeda durante su gestión (2024-2025) como el actual presidente Herrera han hecho oído sordos al pronunciamiento de la Corte de manera sostenida.

