El reloj de la Asamblea Nacional marcaba cerca de las 11:00 a.m. cuando Milena Gómez, rectora del Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), tomó la palabra frente a la Comisión de Presupuesto. Con una carpeta repleta de cifras y gráficos, expuso lo que para ella no era un simple trámite contable, sino una alerta urgente.
El ITSE solicitó $78 millones para 2026, pero la recomendación apenas llega a $21 millones, un recorte del 73% a lo que aspiraban. Esto, según advirtió, amenaza la operación del centro y dejará a miles de jóvenes fuera de sus aulas.
“De mantenerse esta decisión, 2,500 estudiantes no podrán ingresar el próximo año, a pesar de que ya tenemos una lista de espera de 1,500 jóvenes”, dijo con tono firme, mirando a los diputados que la escuchaban desde la mesa.
No se trataba solo de números, sino de muchachos que buscan un espacio en carreras técnicas de alta demanda, pero que podrían quedarse sin oportunidad.

La rectora recordó que el ITSE necesita un mínimo de $27 millones al año para funcionar. En cambio, los recortes presupuestarios han reducido su capacidad en un 65% y, en más de una ocasión, han obligado a suspender clases presenciales por falta de mantenimiento. “El sábado tuvimos que parar operaciones y trasladarnos a la modalidad virtual. Así de frágil está nuestra situación”, relató.
Para 2025, la entidad contaba con un presupuesto de $69 millones. Comparado con el monto que se le pretende otorgar, representa una baja de 70 %, equivalente a $48 millones.
Educación superior
En la sala, el ambiente se tensó cuando Gómez desplegó la fotografía más cruda de la educación superior panameña: el 92% de la población no accede a este nivel y solo el 8% logra culminarlo. “Esto es alarmante y debemos atenderlo lo más rápido posible”, insistió, subrayando que el problema no era de futuro, sino de presente.
Para dar perspectiva, citó a la OCDE, que proyecta que en 2030 los países deberán tener al menos un 49% de su población con formación técnica superior si quieren sostener su productividad. Panamá apenas alcanza el 0.2 %. “Estamos en una situación crítica si no actuamos ahora”, recalcó, mientras algunos diputados tomaban nota.
El mercado laboral, agregó, se transforma con una velocidad que no perdona rezagos. Según el Foro Económico Mundial, 97 millones de empleos desaparecerán pronto y 120 millones nacerán ligados a la ciencia, la tecnología y la innovación. “Hoy el 76 % de los panameños no tiene las habilidades que requiere el trabajo actual ni el que vendrá en cinco años”, alertó.

El ITSE, planteó Gómez, intenta ser parte de la solución. Con autonomía académica y patrimonial, la institución ofrece técnicos superiores diseñados en colaboración con empresas y organismos internacionales. Su método combina laboratorios simulados, prácticas en compañías y proyectos de innovación que acercan a los estudiantes al mercado real. “Queremos democratizar la educación superior con estándares de calidad internacionales”, explicó.
La oferta
Enumeró entonces la oferta académica: cuatro escuelas de innovación digital, carreras en inteligencia artificial, big data, desarrollo de software y logística; seis programas diseñados con el Canal de Panamá y la carrera de mantenimiento de aeronaves en alianza con Copa Airlines. “Más del 80% de nuestros egresados tiene empleo. Ese es el impacto real”, sostuvo.
Pero la rectora no solo habló de programas. Relató también las alianzas que han puesto al ITSE en el mapa: más de 140 convenios con actores públicos y privados. Sin embargo, regresó una y otra vez a la misma idea: los recortes amenazan todo ese esfuerzo. Mencionó la paralización de convenios con la Zona Libre de Colón, Panamá Pacífico y el Canal de Panamá, la suspensión de seguros estudiantiles y la falta de insumos para talleres.
“Estamos poniendo en riesgo carreras estratégicas para sectores como el aeronáutico y la logística, que son vitales para el país”, advirtió.
Los cuestionamientos
La diputada de la coalición Vamos, Janine Prado, cuestionó el recorte. “Es imposible subsistir con un recorte de esta magnitud”, advirtió durante la sesión de la Comisión de Presupuesto, recordando que mientras el Ejecutivo proyecta millonarios recursos para remodelaciones y nuevas construcciones, la educación técnica —que muestra resultados concretos— queda relegada. Prado adelantó que su bancada no apoyará el proyecto de presupuesto si no hay una reconsideración de la asignación.
La diputada se refirió a las incongruencias del modelo de gasto público y señaló la paradoja de que Panamá hable de atraer empresas de alta tecnología y de generar empleos, mientras limita los recursos de la institución que forma a los técnicos que esas mismas empresas demandan.
“¿Cómo vamos a traer empresas extranjeras si no tenemos la mano de obra? Eso no se consigue de la noche a la mañana”, dijo, al tiempo que comparó la situación con el sector agropecuario: “No se puede exigir producir más sin respetar los tiempos de crecimiento”.
