La cancelación de la rueda de prensa que la líder opositora venezolana María Corina Machado tenía previsto dar este martes en Oslo en vísperas de recibir el Nobel de la Paz ha alimentado las especulaciones sobre si acudirá en persona a la ceremonia, mientras todas las miradas convergen en la capital noruega, donde varios líderes latinoamericanos aguardan su eventual llegada.
El Instituto Nobel aplazó inicialmente la comparecencia, prevista para las 13.00 (12 GMT), y la canceló de forma definitiva varias horas después, apuntando como motivo a las dificultades a las que se enfrentaba Machado para salir de Venezuela, donde vive en paradero desconocido.
“La propia María Corina Machado ha declarado en entrevistas lo complicado que será el viaje a Oslo. Por lo tanto, en este momento no podemos proporcionar más información sobre cuándo y cómo llegará para la ceremonia del Premio Nobel de la Paz”, informó la organización en un breve comunicado.
La propia Machado había confirmado hace unos días al Instituto Nobel que viajaría a la capital noruega para recibir el premio, en la que sería su primera aparición pública desde enero pasado.

Su hermana, Clara Machado Parisca, dijo hoy en una entrevista desde Oslo con la emisora colombiana Blu Radio que la intención de la premio Nobel es “estar aquí con nosotros” y por eso la están esperando “con fe de que va a llegar muy pronto”.
En la capital noruega se encuentran también su madre, Corina Parisca, y su hija, Ana Corina Sosa, que estará acompañada en la ceremonia mañana por sus dos hermanos.
El exalcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma resaltó también que la voluntad de la opositora es asistir a la ceremonia, pero dio a entender que es posible que el desplazamiento no llegue a producirse.
“Es el deseo de todos. Es la propia voluntad de María Corina. Pero bueno, Dios proveerá. Haga lo que ella haga, va a tener la comprensión de todos los venezolanos”, dijo Ledezma a EFE en Oslo.
Quién recogerá el Nobel si Machado no viaja
Si Machado no puede viajar a tiempo a Oslo, no sería la primera vez que un galardonado con el Nobel de la Paz no acude a recogerlo el día de la entrega, pues ya ha sucedido en media docena de ocasiones.
Cuando el chino Liu Xiaobo, entonces encarcelado, ganó el Nobel de la Paz en 2010, nadie acudió a recoger el premio: se colocó una foto suya en el sillón destinado a él, y la actriz noruega Liv Ullmann leyó el discurso de aceptación.
En 2022, el bielorruso Ales Bialiatski, uno de los tres galardonados con el Nobel de ese año y que permanecía en prisión, estuvo representado por su esposa, Natallia Pinchuk.
Aparte de los hijos de Machado, en Oslo se encuentran estos días varias figuras destacadas de la oposición venezolana, entre ellos Edmundo González Urrutia, candidato en las elecciones presidenciales del año pasado y exiliado en España desde septiembre de 2024, que viajó hoy a la capital noruega.

Cuatro presidentes latinoamericanos en Oslo
También se encuentran ya allí, invitados por la galardonada, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y el de Argentina, Javier Milei, y se espera la llegada del de Ecuador, Daniel Noboa, y mañana, la de su homólogo paraguayo, Santiago Peña.
Mulino dijo este martes desde Oslo que la entrega del Nobel a Machado es “un enorme simbolismo de que los astros se están alineando tras la libertad de Venezuela” a la vez que espera que “toda esta resonancia” logre repercutir “en lo interno” para que se comprenda que “hay una sola ruta y es la libertad” de ese país caribeño.
“Venezuela será un gran hito histórico de cómo un pueblo con resistencia, pero tenacidad y lucha, se libera de un dictador tirano (en referencia al presidente Nicolás Maduro)”, señaló el mandatario panameño a la prensa desde la capital noruega.

Los cuatro presidentes serán recibidos mañana en audiencia por el rey Harald V tras la ceremonia de entrega, que comienza a las 13.00 (12 GMT), y luego se reunirán por separado con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.
Protestas de organizaciones noruegas
Media docena de organizaciones noruegas convocaron este martes a una protesta delante de la sede del Instituto Nobel contra la elección de Machado, a la que acudieron unas doscientas personas.
“Machado no merece el Nobel de la Paz. El premio debería ir a alguien que esté a favor del dialogo pacífico y que una a la gente”, dijo Kari Anne Næss, presidenta de la Asociación Noruega por la Paz, creada en 1885 y la organización de ese tipo más antigua de este país nórdico.
En la concentración participaron también dos representantes del Partido de Izquierda Socialista y de Rojo, cuarta y sexta fuerzas parlamentarias, respectivamente, y aliados del Ejecutivo laborista en minoría que gobierna Noruega.
Ambos partidos se han mostrado en contra de la elección de Machado para el Nobel de este año.

