La planilla del Municipio de Panamá se redujo en el último año. En julio de 2024, la institución contaba con 6,380 empleados, mientras que en julio de 2025 la cifra descendió a 3,357 trabajadores.
Lo anterior representa una disminución de 3,023 funcionarios, equivalente a casi el 47,4% menos de la plantilla de hace un año.
Uno de los aspectos más cuestionados del anterior gobierno local fue, precisamente, el tamaño abultado de la planilla.
El actual alcalde, Mayer Mizrachi, asumió la administración en julio de 2024 tras reemplazar a José Luis Fábrega, del Partido Revolucionario Democrático, quien durante sus cinco años de gestión incrementó de forma significativa el número de empleados, lo que generó críticas sobre la sostenibilidad y eficiencia del gasto público en la capital.
Cuando Fábrega recibió la Alcaldía, en 2019, heredó una planilla de 3,564 funcionarios, entre permanentes y eventuales. Cinco años después, en mayo de 2024, la cifra se había disparado a 6,380 empleados, lo que significa un crecimiento del 79% en comparación con el inicio de su mandato.
Para enfrentar la situación y detectar a las llamadas “botellas” —personas que cobraban un salario sin trabajar—, Mizrachi dispuso que los pagos se realizaran mediante cheques. El objetivo era obligar a cada funcionario a presentarse y, de esa manera, validar que cumplía realmente con sus funciones en la planilla.
El número actual de funcionarios es muy similar al de la administración de José Isabel Blandón (2014-2019), quien en su momento también gestionó la Alcaldía con una planilla que nunca superó los 3,500 empleados.

En paralelo, el nuevo alcalde reveló una de las irregularidades detectadas en la administración anterior: una planilla cashback, integrada por personas nombradas en ciertas juntas comunales que recibían un salario, pero que estaban obligadas a entregar parte de ese dinero al “padrino” político que los había colocado en el cargo.

