Mientras las delegaciones de Israel y Hamás discuten los primeros pasos del plan de paz anunciado esta semana, el ejército israelí reacomoda sus posiciones dentro de la franja de Gaza.
Las fuerzas de defensa de Israel informaron a través de un comunicado que las tropas del Comando Sur “ajustan sus posiciones operativas” y se desplazaron hacia líneas preestablecidas en lo que describieron como una amplia operación logística.

El movimiento, realizado en la noche del jueves en medio de la oscuridad del desierto y con apoyo de unidades de tecnología y mantenimiento, incluyó el traslado de soldados, vehículos blindados y sistemas defensivos. Aunque oficialmente se presentó como una maniobra de rutina, el reordenamiento ocurre justo cuando el proceso político comienza a tomar forma sobre el terreno.
El plan de paz, impulsado con mediación de Estados Unidos y Egipto, contempla un alto el fuego prolongado y un intercambio inicial de 48 rehenes israelíes que aún permanecen en poder de Hamás, a cambio de más de 2 mil prisioneros palestinos retenidos en cárceles israelíes. También prevé el ingreso gradual de ayuda humanitaria a la franja y la creación de una fuerza internacional que supervise las zonas de seguridad.

Próximo paso: los rehenes
En este contexto, la operación del Comando Sur parece responder tanto a razones logísticas como políticas: preparar el terreno ante posibles movimientos de repliegue o consolidación en caso de que el alto el fuego se mantenga. De acuerdo con información dada a conocer en Israel, se asegura que todas las unidades cuentan con apoyo médico, técnico y de mantenimiento en el terreno, mientras ingenieros militares restauran vehículos y refuerzan la infraestructura de defensa.

El reacomodo de las fuerzas de defensa en Gaza coincide con una jornada de expectativa en Israel, donde familiares de los secuestrados, algunos de ellos retenidos desde los ataques del 7 de octubre de 2023, recibieron el anuncio del intercambio con cautela y esperanza. “Es el primer paso para que vuelvan a casa”, manifestó un vocero del foro de familias de rehenes en Tel Aviv.
Por ahora, la tensión y la esperanza conviven a ambos lados de la frontera: mientras los soldados se preparan en silencio en el sur, las negociaciones intentan sostener la posibilidad, frágil pero inédita en meses, de que la guerra empiece, al fin, a retroceder.
El retorno a casa
Paralelamente miles de ciudadanos retornan al norte de la franja, desde donde se les pidió salir en medio de la guerra. Hombres, mujeres, niños, caminaban de vuelta a casa.
El diario israelí Haaretz recoge testimonios de algunos gazatíes que celebran el momento. “Primera noche sin bombas en dos años”, dijo uno de los entrevistados. Al llegar a los que fueron sus hogares se encontraron con mucha destrucción. Las secuelas de una guerra sangrienta.
De acuerdo al rotativo, la retirada del ejército israelí abre el paso a que Hamas localice los secuestrados.

