Transcurrió julio entero bajo un sol implacable, lluvias dispersas y discursos vacíos, mientras en el Palacio Justo Arosemena las distintas bancadas legislativas se miraban de reojo, incapaces de pactar siquiera el reparto de las sillas en las comisiones permanentes.
El país aguardaba por debates urgentes —proyectos de ley, nombramientos clave, traslados de partidas—, pero nada de eso pareció conmover a los autoproclamados padres de la patria, enfrascados en cálculos mezquinos, como si el tiempo les perteneciera y la urgencia nacional no fuera más que un ruido de fondo.
El 31 de julio, último día del mes, dos actas aparecieron sin explicación clara: eran de las comisiones de Credenciales y de Gobierno. Nadie se adjudicó su presencia en el pleno del Legislativo, pero el gesto fue interpretado como un intento de presión. Horas más tarde, el presidente de la Asamblea, Jorge Herrera, emitió un comunicado.
Comunicado. pic.twitter.com/4Byigo1NaT
— Jorge Herrera (@jherrerahd) July 31, 2025
Herrera denunció públicamente que había actores internos “entorpeciendo el proceso” y convocó a una votación en el pleno para conformar las comisiones el próximo lunes 4 de agosto. “Panamá no puede seguir esperando”, dijo, anunciando que aplicaría el artículo 43 del Reglamento Interno, el mismo que permite elegir comisiones sin consenso.
Los culpables
Pocos minutos después, comenzaron las recriminaciones. El diputado Luis Eduardo Camacho apuntó directamente contra la bancada Vamos, a la que acusó de querer más comisiones de las que le correspondían.
Ejemplo de cómo VAMOS aplica la fórmula Carrizo: Miembros de la bancada en 1era legislatura (20), comisionados en Gobierno (2).
— Luis Eduardo Camacho (@camachocastro) July 31, 2025
Miembro de la bancada en 2da legislatura (18), comisionados que pretende en Gobierno (3).
Fórmula Carrizo-Vamos-Zúñiga; menos miembros de bancada =… pic.twitter.com/tYK9bQYv39
“Ahora que son 18 quieren más que cuando eran 20. ¿Por qué? Por la gula. Porque a ellos no les interesa que esta Asamblea avance, quieren vivir de la crisis”, disparó.
Roberto Zúñiga, jefe de la bancada Vamos, no tardó en responder. Negó que su grupo actuara con ambición y, por el contrario, señaló a Camacho y a sus aliados como los responsables del estancamiento. Afirmó que la representación en comisiones debía reflejar el peso de cada bancada en el pleno.
Zúñiga sostuvo que, con la distribución actual, a Vamos le correspondían al menos cuatro comisiones con tres miembros cada una, además de dos representantes en las restantes. Según él, la discusión no era por codicia, sino por proporcionalidad.
Tras 4 horas de sesión, finaliza el pleno de hoy. Como jefe de bancada VAMOS, reafirmo nuestra posición: que se respeten las posiciones que nos corresponden. Ya estamos listos para la conformación de las Comisiones, y a la espera de que otros grupos políticos se pongan de acuerdo
— Roberto Zúñiga A. (@RobertoJZuniga) July 31, 2025
Durante un receso, varios diputados de Vamos fueron más allá. Denunciaron que “operadores políticos” estaban dilatando intencionalmente el proceso, especialmente desde la bancada mixta. El diputado Luis Duke acusó de forma directa al diputado Osman Gómez, de Alianza, de bloquear los acuerdos ya alcanzados.
Acuerdos de última hora
Desde el panameñismo, José Luis Varela sumó otra interpretación. Dijo que el estancamiento no era solo por los cupos, sino por un desacuerdo más técnico: si las directivas de las comisiones debían definirse por consenso o por votación en el pleno.
Reveló que los 37 diputados que impulsaron a Herrera preferían la votación, pues “matemáticamente nos conviene”.
A pesar del enredo, Varela no descartó un acuerdo de última hora. Señaló que durante el fin de semana aún podían surgir conversaciones para evitar una confrontación directa. Pero el ambiente estaba tenso, y el tiempo, agotado.
Dice mi colega HD Osman Gomez en el programa de Noticias 180 minutos de @AlvaroAlvaradoC que la @asambleapa nunca a escogido los miembros de la juntas directivas de las comisiones cuando el pleno vota en consenso. Le refresco la memoria. pic.twitter.com/vRi6ljEnUv
— Popi Varela (@varelapopi) August 1, 2025
Desde fuera del hemiciclo, el analista político José Stoute ofrecía su lectura: tanto Realizando Metas como el PRD estaban operando a través de Osman Gómez para hacer caer los acuerdos y forzar una votación secreta. “El objetivo es ver si en el anonimato logran quitarle votos al bloque de 37 y quedarse con las comisiones clave”, opinó.
Las tres comisiones más codiciadas —Gobierno, Credenciales y Presupuesto— se convirtieron en el campo de batalla. Dos bloques luchaban por dominarlas: el de 37, formado por el Panameñismo, Cambio Democrático, Vamos y Seguimos; y el de 34, conformado por Realizando Metas, el PRD y la bancada mixta.
La votación
Ante la falta de acuerdos, se activó el artículo 43 del Reglamento Interno. Este establece que, cuando no hay nóminas de consenso, los diputados deben votar individualmente en papeleta cerrada.

Se calcula un cociente dividiendo el total de diputados (71) entre los miembros de cada comisión —la mayoría tiene nueve integrantes—, lo que da un mínimo de siete votos por candidato.
Los candidatos que alcanzan ese número quedan electos. Si no se llenan los cupos, se escoge a los que tengan más votos. Y si hay empates, se recurre a la suerte. Así, entre papeletas, tensiones y sospechas cruzadas, la Asamblea entra en agosto sin haber salido todavía del laberinto de julio. La pregunta que cabe ahora es si habrá acuerdos este fin de semana o si se votará el próximo lunes.


