BOXEO. UNA HISTORIA DE TRIUNFOS, DERROTAS Y ESCÁNDALOS.

La victoria final de Tyson

La victoria final de Tyson
La victoria final de Tyson

Mike Tyson se acerca a su rival. Lo abraza. Le pregunta si está bien. Es extraño: el que abandonó la pelea en el quinto asalto fue él mismo. El hombre de hierro, el campeón de los pesos pesados más joven de la historia, el hombre salvaje al que todos le temían, parece ahora más cerca de ser un pastor que un serialkiller. Por eso el mundo lo condena. Y por eso, también, Mike Tyson resurge de sus cenizas empujado, vaya paradoja, por el poder del amor.

UNA VIDA DIFÍCIL

El próximo lunes Tyson celebra su cumpleaños número 39. Conoce el abandono familiar, la cárcel, la gloria y el desprecio.

Nació el 20 de junio de 1966 en Brooklyn, Nueva York. Su padre, un obrero de la construcción, lo abandonó aún siendo niño. En 1979, tras cometer varios robos, fue internado en un reformatorio de su ciudad, donde conoció al entrenador de boxeo Cus D’Amato, quien lo sacó de la cárcel y lo puso en el cuadrilátero.

De ahí en adelante se abrió paso en la vida a través de los puños. En 1985, año en que se hizo profesional, ganó 14 combates, once de ellos por nocaut en el primer asalto.

Para finales de 1989 su récord profesional era de 37-0, 33 victorias por nocaut. Sus rivales no resistían su avasalladora forma de pelear. Apenas tenía 23 años. Era el hombre más temido del boxeo. Millones de personas alrededor del mundo pagaban por ver los combates de este gladiador moderno.

Tras una serie de problemas legales que incluyeron el divorcio de su esposa y las disputas con su representante, en 1990 perdió por primera vez en el cuadrilátero ante un boxeador catalogado por los expertos como inferior a él.

En 1992 fue acusado de violar a una joven y un juez lo mandó a la cárcel. Parecía que su carrera terminaba en una celda. Sin embargo, en abril de 1995 salió de prisión para reanudar sus combates. En septiembre de 1996 reconquistó el título mundial de los pesados. Tyson parecía invencible. Pero ese año una sorpresa se preparaba en el cuadrilátero.

El 9 de noviembre de 1996 Evander Holyfield le quitó el cetro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al chico malo del ring.

EL BOCADO DE OREJA

Pero el mundo pedía la revancha. En junio de 1997 Tyson fue protagonista de uno de los episodios más famosos de la historia del boxeo.

Durante el tercer asalto, mientras los boxeadores se encontraban amarrados y el árbitro se acercaba para separarlos, el retador mordió la oreja derecha a Holyfield, causándole una fuerte hemorragia. Cuando el campeón se alejaba sangrando, recibió además un fuerte empujón por la espalda. La bestia que llevaba dentro estaba ardiendo y el mundo observaba boquiabierto el espectáculo. La sangre de Holyfield corría por el rostro de Tyson. El árbitro pensó que se trataba de una herida en el párpado. Y así se reanudó el combate. Pero Tyson parecía estar fuera de sí. Segundos antes de terminar el asalto, el boxeador volvió a morder. Esta vez fue en la oreja izquierda. Fue descalificado. Tyson le entregaba más sangre al mundo.

Se ganó el calificativo del “atleta más repulsivo de todos los tiempos”, al decir del cronista nicaragüense Edgard Tijerino. Como bien lo dijo Roberto Durán, la gente quería verlo pelear, aunque fuera para verlo perder.

EL COMIENZO

El sábado 11 de junio de 2005 otro Tyson sorprendió al mundo. Ante más de 15 mil 472 fanáticos del MCI Center de Washington y ante millones de espectadores de todo el mundo, Kevin McBride, un boxeador irlandés de poca reputación, lo tiró a la lona. Tyson le comunicó al juez Joe Cortez que no seguiría. El hombre que ganó y derrochó 300 millones de dólares, parecía burlarse del público que quería ver a la bestia en acción. “Mi carrera acabó en 1990”, admitió después.

“Uno se vuelve astuto demasiado tarde, y viejo demasiado pronto”, reflexionó.

Dos facetas, la bestia y el osito de peluche

“Primero transformé la chispa en una llama. Esta se tornó fuego, y el fuego en un incendio incontrolable”. Palabras de Cus D´amato, mánager y “padre” de Tyson, sobre la forma en que le entrenó.

“Soy el peor hombre del planeta”. Autodefinición de Mike Tyson. Pero así como dice, se desdice: “Simplemente, soy Mike para mi mujer y papá para mis hijos”.

“Es un peligro para las personas que se cruzan en su camino”, dijo el juez Stephen Jonson, que lo envió a prisión tres meses y medio por agredir en los genitales a un hombre de 62 años y a otro de 56.

“Es un hombre depresivo, paranoico e inseguro”, concluyó el equipo de psicólogos, psiquiatras y neurólogos del Hospital General de Massachusets (Estados Unidos), tras 42 horas y media de evaluación.

Su esposa, Mónica Turner Tyson, lo define así: “Él es humano, tiene una familia, es dulce, es amoroso y es generoso. Un osito de peluche”.

Ahora, dice, se refugiará en su hogar con su esposa y sus hijos -de distintas madres-: Gina , Mikey, Rayna y Amir.

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