Los agroexportadores de productos no tradicionales de la región de Azuero reclaman al gobierno el pago de incentivos pendientes desde 2015, para oxigenar la actividad, la cual tiende a la baja.
Analeydis Cheng de Ríos, de la empresa Mensabé Export Cheng, aseguró que aún se les adeudan 3 millones de dólares, correspondientes a los incentivos de la temporada 2015 y 2016, sin sumar el pago de los incentivos del Programa para la Promoción y Modernización Agropecuaria y Agroindustrial, correspondientes a la temporada de 2017, que están a la espera de la firma del decreto ejecutivo.
Cheng de Ríos precisó que para que este pago se concrete, el presidente de la República, Juan Carlos Varela, debe firmar primero el decreto ejecutivo que aprueba los cambios en los valores reconocidos para la confección de los Certificados de Fomento a la Producción para los productos como melón, sandía, zapallo o calabaza y piña establecidos en la Resolución No. 2 de 21 de marzo de 2015.
Resaltó que hasta que no se firme el documento los agroexportadores no podrán introducir los expedientes en el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, para que después pase a la Dirección General de Ingresos y posteriormente a la Contraloría General de la República.
“Nosotros cumplimos porque justificamos los costos y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario hizo las inspecciones y las evaluaciones”, precisó.
La productora santeña insistió en que si el pago de estos compromisos se hicieran a tiempo, los agroexportadores tuvieran un oxígeno en la actividad y pudieran crecer.
Además, reconoció que los agroexportadores necesitan de ese dinero porque las cajas de empaque de la fruta deben ser compradas de contado.
“Nosotros necesitamos la liquidez para trabajar porque a los trabajadores hay que pagarles sus quincenas puntuales, hay que comprar los insumos y pagar las horas máquina”, sentenció .
La empresa Mensabé Export exporta melón dorado y sandía quetzalí hacia los mercados europeos. Esto genera unos 75 empleos directos en la planta de empaque.
De Ríos reconoció que las lluvias que cayeron a destiempo retrasaron en 15 días la entrega de la fruta al mercado internacional. Actualmente se han exportado 12 contenedores, teniendo como meta unos 80.
